La filipina Mary Ann Eduarte retrasó varios años la quimioterapia contra un cáncer de pecho y confió en suplementos alimenticios supuestamente curativos promocionados en redes sociales. No funcionaron y el tumor se expandió a los huesos y los pulmones.
Esta madre soltera es una de las muchas personas en
Filipinas víctimas de engaños por la desinformación médica que inunda las redes
sociales, muy usadas en este archipiélago del sudeste asiático.
La falta de personal médico, el difícil traslado a un
hospital, la poca educación en materia sanitaria o el miedo a unas facturas
desorbitadas llevan a muchos enfermos a buscar tratamientos alternativos en
internet.
En los últimos años, los periodistas de investigación
digital de la AFP observaron una explosión en el volumen de publicaciones y
anuncios pagados que promueven tratamientos de eficacia no demostrada para
enfermedades como el cáncer.
La tendencia se aceleró con la pandemia del covid-19, por la
saturación de los sistemas sanitarios y el miedo de muchos pacientes a acudir a
un hospital.
Eduarte, de 47 años, se gana la vida vendiendo productos de
belleza por internet.
En 2014 se detectó un bulto en el seno derecho. Le
recomendaron someterse a una biopsia para averiguar si era cáncer, pero ella
tenía miedo y retrasó el procedimiento dos años.
Mientras, gastó 50.000 pesos (900 dólares) mensuales en
suplementos alimenticios, como bebidas de frutas tropicales y hierba de cebada,
que había visto promocionados en Facebook y YouTube como remedios para el
cáncer.
Finalmente se sometió en 2016 a una biopsia, que confirmó
que era un tumor maligno. Entonces rechazó la quimioterapia, por temor a
enfermar y a perder el pelo, y continuó con sus suplementos otros tres años.
"Realmente creía que destruirían mis células
cancerígenas porque era lo que me decían sus anuncios", explica Eduarte a
la AFP desde su casa en Manila.
"Publicaban testimonios que decían que se habían
curado", continúa.
No fue hasta el diagnóstico de la metástasis que Eduarte
aceptó la quimioterapia.
"Tomé una mala decisión", admite.
"Esos suplementos alimenticios me costaron más que si
hubiera buscado inmediatamente un tratamiento médico estándar", afirma.
"Nuestro poder es limitado"
Madonna Realuyo, oncóloga en el Hospital Regional y Centro
Médico de Bicol, alerta que la desinformación en línea es un "grave
problema".
"Cinco de cada diez pacientes que visito me preguntan
sobre algo que han visto o leído en internet. Un 90% de las veces, la
información es incorrecta", asegura.
"Darles información correcta no garantiza que nos
escuchen o nos crean", advierte.
El coste de un tratamiento oncológico, que puede llegar a
millones de pesos, hace que los pacientes sean más vulnerables a los anuncios
engañosos de productos alternativos supuestamente más baratos.
"Cuando te diagnostican cáncer, la realidad es que hay
muchos gastos extras", afirma Aileen Antolin, de la Fundación Filipina
para el Cáncer de Mama.
El equipo de periodistas de la AFP dedicado a investigación
digital desmiente recurrentemente publicaciones en Facebook que promocionan
falsos remedios naturales contra el cáncer.
Uno de estos es el "Doc Atoie's Finest Guyabano
Wine", una de las bebidas tomadas por Eduarte, que cuenta con
publicaciones en Facebook compartidas por cientos de miles de seguidores.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Filipinas
explicó a la AFP que no puede perseguir a las empresas o individuos detrás de
estos anuncios porque todavía no se han implementado las directrices para
aplicar la ley de 2009 aprobada a estos efectos.
Entonces se limita a publicar advertencias en su página web
y en sus cuentas de redes sociales. "Nuestro poder es limitado",
reconoce su abogada, Pamela Sevilla.
La política de Meta, la empresa matriz de Facebook, prohíbe
publicitar "promesas y sugerencias de resultados poco realistas" en
materia de "salud, pérdida de peso y oportunidades económicas".
Sin embargo, al revisar la biblioteca de anuncios de Meta,
la AFP encontró promociones de "Doc Atoie's Finest Guyabano Wine" y
otros productos de este tipo.
Silenciado por denuncias
La marea de desinformación médica durante la pandemia llevó
al doctor Adam Smith, que trabaja en Melbourne, Australia, pero domina el
idioma filipino tagalo, a publicar videos en Youtube para señalar anuncios
engañosos.
"Me di cuenta que mucha gente creía que podía tratar
sus enfermedades médicas con suplementos y vitaminas, lo que era una locura
para mí", explica el doctor a la AFP en una videollamada.
Pero abandonó después de recibir varias denuncias de las
empresas cuyos productos desacreditaba.
"Estas compañías e individuos están muy satisfechos de
usar el sistema judicial filipino para silenciar la libertad de expresión y
cualquier crítica", afirma.
Tras sobrevivir finalmente al cáncer, Eduarte se fijó ahora
la misión de educar a otros sobre los peligros de la desinformación.
"Os lo digo, tomar esos suplementos alimenticios no
hizo nada para curar mi enfermedad", reitera.
Agencias
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