“La violencia no tiene género”, con esa frase define la directora del Servicio de Gestión Social (Sedeges), María Esther Valencia, la situación de los hombres en Tarija que son violentados por parte de sus parejas, reflejo de aquello es que durante este año unos 100 varones vienen recibiendo terapias psicológicas en el Sedeges para superar los traumas de las agresiones que sufrieron.
“Hubo hombres que denunciaron agresiones por parte de
mujeres y el Sedeges es la única institución que brinda esta terapia, mediante
una psicóloga destinada a aquellos hombres víctimas de violencia y tenemos
alrededor de 100 casos atendidos a la fecha en esta gestión en el Sedeges (…)”,
informa Valencia.
Acotó que estos 100 hombres son los que se animaron a
presentar denuncias formales en la Fiscalía o la Policía y de ahí fueron
derivados al Sedeges para que reciban terapias psicológicas y son muchos más
los que por vergüenza no se animan a formalizar denuncias contra sus agresoras.
“Con esto queda demostrado de que la violencia no tiene
género, la violencia es para hombres y mujeres, la violencia no tiene edad ni
género. Como Sedeges tenemos una psicóloga especialista que atiende los casos
de los hombres que son violentados, ellos también reciben violencia física,
verbal y psicológicamente por sus parejas”, mencionó.
Valencia aclaró que el conducto regular cuando un hombre es
violentado por su pareja, ellos deben presentar la denuncia ante la Policía o
Fiscalía, de ahí se los deriva al Sedeges para que puedan asistir a terapias
psicológicas para reinsertarlos a la sociedad.
De acuerdo a las estadísticas que maneja el Sedeges, el pasado
año unos 300 varones recibieron terapias psicológicas en esa institución luego
de ser agredidos, ya sea física, verbal o psicológicamente por sus parejas.
“Por eso le digo que la violencia no está mirando caras, no
tiene sexo ni género, los varones ahora están aprehendiendo a poner la denuncia
cuando son violentados por sus parejas (…)”, afirmó.
Una problemática invisible
La activista en derechos humanos, Melania Torrico, afirma
que la violencia hacia los varones es una problemática invisible en la sociedad
por diferentes motivos.
“Este es un problema invisible en la sociedad, por
diferentes motivos, uno el reproche social, la vergüenza que aún siguen
sintiendo los varones para ir a la Fiscalía, Policía y otras instancias que
están justamente para recepcionar este tipo de denuncias (…). Los hombres hoy
por hoy están si o si desamparados”, dijo.
Sin embargo, Torrico reconoció que poco a poco los hombres
se están animando a presentar las denuncias cuando son violentados por sus
parejas ante las instancias competentes, aunque el número todavía es reducido.
Violencia institucional
Según Torrico, la violencia institucional hacia el varón se
genera desde la misma Constitución Política del Estado, que en su artículo 15
habla de violencia, pero menciona en especial solo la que sufren las mujeres y
no cuando una mujer violente al hombre.
“Después de la Constitución vienen todas las leyes que son
el paraguas de la Ley 348, decretos, reglamentos, leyes departamentales,
municipales que sólo protegen a las mujeres en el país. Pareciera que sólo
existiera el género femenino y que es el único que debiera ser protegido”,
aseveró.
La activista afirma que la Ley 348 no deja opción al varón
para alguna defensa legal, permitiendo que la mujer en muchos casos se
aproveche de aquello.
Motivos porque los hombres no denuncian el maltrato
Son varios elementos que se han identificado como motivos
del por qué los hombres no denuncian el maltrato de sus parejas, primero por
las características socio-cultural lo que conlleva el miedo al ridículo,
vergüenza de reconocerse víctima; falta de apoyo jurídico; problemas de
credibilidad; mostrarse sometido o débil; y las creencias en torno al maltrato
“me lo merezco, yo lo provoqué, le he hecho enfadar”.
El País
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