Seis vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) definirá desde las 16.00 de este lunes si supervisarán o no el congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Lauca Ñ, que comienza este martes.
La sala plena del TSE tomará la decisión con seis de sus
siete miembros, pues el vocal Tahuichi Tahuichi decidió excusarse en torno a
las decisiones del Órgano Electoral sobre el congreso que fue convocado para 3,
4 y 5 de octubre.
Sin embargo, existen algunas organizaciones del Pacto de
Unidad pusieron en duda su legitimidad.
Los cuestionamientos fueron presentados de manera formal
ante el TSE por al menos tres ocasiones, y de manera separada el 4, 7 y 12 se
septiembre.
Los recursos extraordinarios de revisión que llegaron ante
el TSE están firmados por los líderes de la Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Lucio Quispe; la Confederación
Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIOB), Esteban Alavi; y
la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, Guillermina Kuno.
Esas dirigencias pidieron que “se retire la autorización de
supervisión” de la Sala Plena al décimo congreso del MAS; y así, según los
documentos, evitar la transgresión de derechos de las organizaciones y
militancia de esa fuerza.
TSE
En esa misma línea, la Dirección Departamental del MAS de La
Paz remitió al TSE una solicitud de retiro de la suspensión al congreso de esa
fuerza política. El documento fue recibido por el Órgano Electoral el 13 de
septiembre.
Ese encuentro partidario ocurre en medio de un quiebre
político entre presidente Luis Arce y el titular del MAS, Evo Morales.
El domingo, el líder del MAS pidió al presidente Arce volver
al partido y asistir al congreso. La semana pasada, el mandatario desahució el
congreso al considerar que no asisten los “dueños” del MAS, precisamente las
tres organizaciones que recurrieron al TSE.
En más de una ocasión el dirigente cocalero fustigó la
gestión presidencial, de la que reclama su política económica y una supuesta
protección al narcotráfico. Incluso acusó algunos ministros del gabinete de
Arce de implementar un plan negro para inhabilitarlo políticamente.
Las alusiones llegaron a tal tono, que Morales descalificó a
su otrora elogiado ministro de Economía; lo llamó “cajero” de su administración
y que él no fue “ideólogo” del modelo económico que impulsó su gestión. La
respuesta de Arce no se dejó esperar.
“Lo que cuenta para mí, y creo que lo que le interesa al
pueblo boliviano, son los resultados (de mi gestión). No tengo problema; que me
llamen como quieran”.
La Razón
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