GENTE
Un niño de diez años se pasó dos años encadenado entre
animales. Su padre y sus dos madrastras lo mantenían así, apartado de sus otros
17 hermanos y proporcionándole apenas agua y alimentos. Ahora han sido
detenidos.
Jibrail ya se recupera en un hospital de la zona tras sufrir
un calvario de dos años. Durante este tiempo solo convivió con animales.
Mataba el hambre con los restos de la comida del ganado y
rebuscando entre los propios excrementos y el de los animales.
Cuando fue liberado apenas tenía fuerzas en las piernas para
mantenerse erguido, solo la ayuda de dos personas le permitió andar como un ser
humano tras haber perdido la costumbre de caminar.
Han sido dos años encadeno a un tronco y apartado de sus 17
hermanos por sufrir ataques epilépticos y con la única compañía de los animales
de la granja.
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