La divisa muestra una tendencia descendente y menor presión en el mercado informal, luego de haber alcanzado picos de hasta Bs 20. El cambio coincide con las gestiones del presidente electo Rodrigo Paz en Estados Unidos para asegurar combustible y financiamiento externo.
El dólar paralelo en Bolivia comienza a mostrar signos de
estabilidad y un ligero descenso, después de varios meses de alta volatilidad.
En las calles, el billete verde se ofrece alrededor de Bs 11,30, mientras que
en plataformas digitales oscila entre Bs 11,97 y Bs 12,5, cifras que contrastan
con los picos de Bs 18 a Bs 20 que se registraron a mediados de este año.
Esta tendencia a la baja surge en un contexto de mayor
expectativa política y económica, tras el viaje del presidente electo Rodrigo
Paz a Estados Unidos. Su agenda incluye reuniones para asegurar el suministro
de combustibles y reabrir líneas de financiamiento con organismos
internacionales, medidas que buscan enviar señales de estabilidad a los
mercados.
A pesar de que el tipo de cambio oficial se mantiene fijo en
Bs 6,96 por dólar, la brecha con el mercado paralelo parece estar reduciéndose
lentamente. Los operadores atribuyen este cambio a una mayor oferta de divisas
en el circuito informal y a una menor presión de compra, después de meses de
escasez y especulación.
Bolivia enfrenta desde hace más de un año una crisis de
divisas, marcada por la falta de dólares en la banca y las restricciones para
los importadores. Esta situación ha afectado el suministro de combustibles,
provocando largas filas en las estaciones de servicio y dificultades en el
transporte y la producción.
Los economistas
coinciden en que la reciente baja del dólar paralelo es una señal de alivio,
aunque advierten que la estabilidad dependerá de la recuperación del flujo de
divisas y de las políticas que implemente el nuevo gobierno para reforzar la
confianza y garantizar el suministro energético.
Por ahora, la presión cambiaria parece estar moderándose. El
mercado observa con cautela si esta tendencia se consolidará o si simplemente
es una pausa temporal en un contexto que sigue siendo frágil.
El Deber
No hay comentarios.: