El expresidente y líder del MAS, Evo Morales, cambió de postura sobre la elección Primaria y aseguró que está dispuesto a someterse a unas Primarias abiertas y que, si pierde, resignará su candidatura a la Presidencia para las elecciones generales de 2025.
No obstante, los parlamentarios de la oposición, arcistas y
el Gobierno, desahuciaron el pedido de Morales y anunciaron la aprobación del
proyecto de ley que suprime las Primarias, por el acuerdo que se firmó con el
Órgano Electoral.
“Viendo la situación económica, la situación democrática, yo
acepto al Lucho (Luis Arce, que se realicen las elecciones) Primarias abiertas,
todo para salvar Bolivia (…) Si pierdo, pierdo pues, es la democracia interna,
si los 10 partidos se unen contra mí, yo no tengo ningún problema. Es para dar
salidas democráticas”, afirmó el líder cocalero.
Morales señaló que cambió de parecer por la “grave situación
económica del país y para evitar una convulsión social”, convulsión que según
él, se puede desatar en el país, si no se prioriza la democracia interna de los
partidos políticos. El 10 de julio, Morales amenazó con defender las Primarias
cerradas “en las calles y caminos”.
La oferta del político del MAS es porque, el presidente Arce
estaría de acuerdo con Primarias abiertas, es por eso que le lanzó ese reto. No
obstante, desde el Gobierno negaron ese extremo.
Convocatoria de Diputados
Mientras el líder de los radicales del MAS realiza ese
ofrecimiento, el presidente de la Cámara de Diputados, Israel Huaytari, convocó
este martes a la sesión número 153 de la Cámara Baja, para tratar el proyecto
de ley de “Régimen excepcional y transitorio de Elecciones Primarias”,
planteada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que busca que el Legislativo
anule las Primarias para los comicios generales de 2025.
El 10 de julio pasado, los vocales del TSE, los partidos
políticos, el Legislativo y el Ejecutivo firmaron el acuerdo “Declaración por
la democracia”, para suprimir las Primarias este año, y priorizar las
elecciones Judiciales. El único que no firmó, se levantó de su silla en plena
reunión y se marchó molesto, fue precisamente Evo Morales.
Aquella vez, el político del MAS puso dos condiciones para
ser parte de ese acuerdo: que el TSE valide y legalice el congreso de Lauca Ñ
en el que lo ratifican como presidente del MAS, o caso contrario, que el TSE
suspenda los plazos para que los partidos políticos renueven sus directivas.
En las dos figuras, Morales seguiría en el cargo de
presidente del MAS. Los partidos y el TSE rechazaron las condiciones de Evo.
Para el cocalero, el Gobierno de Luis Arce, perdió el
control para manejar la crisis económica que enfrenta el país y si a eso se
suman las protestas “en las calles y caminos” de sus organizaciones sociales,
Bolivia entraría en una pirámide de convulsiones sociales, que él quiere
evitar.
“Si los 10 partidos se unen contra mí no tengo ningún
problema, (esta apertura) es para dar (una) salida democrática”, insistió
Morales y añadió que así se realicen unas elecciones Primarias abiertas, él
tiene respaldo de más de un millón de militantes del MAS, frente a menos de un
millón de militantes de los 10 partidos políticos restantes.
“La ventaja que tenemos es que el MAS -IPS solo, tiene
1.079.000, los diez partidos (restantes) tienen 993 mil militantes legalmente
inscritos”, aseguró Morales.
El Deber
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