Las fuerzas del orden reprimieron este lunes protestas espontáneas en Venezuela contra la cuestionada reelección del izquierdista Nicolás Maduro, mientras crece el llamado internacional a una mayor transparencia en el recuento de votos.
«¡Y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer!»,
gritaban miles de manifestantes que marcharon en la gigantesca barriada popular
de Petare, la mayor de Caracas. «¡Que entregue el poder ya!», exclamaban otros.
Manifestaciones se reportaron en varios sectores de la
capital, algunos muy pobres, constataron periodistas de la AFP. Una de ellas,
en un sector residencial y de oficinas en el este de la ciudad, fue dispersada
con gases lacrimógenos.
«Por la libertad de nuestro país, por el futuro de nuestros
hijos, queremos libertad, queremos que se vaya Maduro, ¡vete Maduro!», dijo a
la AFP Marina Sugey, una ama de casa de 42 años, en la protesta de Petare.
Las manifestaciones se desarrollaron en paralelo al acto de
proclamación de Maduro, que denunció un intento de golpe de Estado «de carácter
fascista y contrarrevolucionario».
La oposición liderada por María Corina Machado no ha llamado
a estas protestas. La líder opositora y su candidato Edmundo González, que
buscaban poner fin en las urnas a 25 años de chavismo en Venezuela, tienen
prevista una rueda de prensa al final de la tarde del lunes.
El gobierno ha acusado a la oposición de intentar
desestabilizar el país a través de la violencia. El presidente del Consejo
Nacional Electoral denunció un supuesto jaqueo del sistema electoral para
«adulterar» los resultados, y el fiscal general vinculó a Machado con el
asunto.
«Conteo total de los votos»
Estados Unidos, clave en el proceso que llevó a la elección,
y los vecinos Brasil y Colombia, los tres países que han recibido más migrantes
venezolanos, pusieron en duda el escrutinio que otorga a Maduro un tercer
mandato de seis años por un 51% de los votos, frente a un 44% de González,
según el CNE, de línea oficialista.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken
expresó su «seria preocupación» por el resultado tras pedir un conteo «justo y
transparente».
El gobierno de Gustavo Petro, primer presidente de izquierda
de la historia de Colombia y aliado de Maduro, pidió por su parte «el conteo
total de los votos, su verificación y auditoría de carácter independiente».
Brasilia llamó a una «verificación imparcial de los
resultados». El presidente chileno, Gabriel Boric, dijo que los resultados son
«difíciles de creer», mientras que Panamá retiró a su personal diplomático de
Caracas y puso «en suspenso» las relaciones bilaterales.
Reelección de Maduro
Francia, España y la Unión Europea pidieron «total
transparencia» sobre el proceso. Y los gobiernos de Argentina, Costa Rica,
Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay
exigieron este lunes la «revisión completa de los resultados».
También anunciaron que solicitarán una reunión urgente del
Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para emitir
una resolución que salvaguarde la voluntad popular.
La cancillería venezolana respondió con el anuncio de que
retira al personal diplomático de sus misiones en Argentina, Chile, Costa Rica,
Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay, ante lo que consideró
«injerencistas acciones» de esos países.
También pidió que se retiren los diplomáticos de esos países
acreditados en Caracas. En la embajada argentina están refugiados desde hace
semanas seis colaboradores de María Corina Machado.
China, Rusia, Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia
felicitaron por su parte a Maduro. El presidente de México, Andrés Manuel López
Obrador, dijo que reconocerá el resultado del CNE.
«Paz y respeto»
En el poder desde 2013, Maduro se proyecta para permanecer
18 años en la presidencia, hasta 2031. Solo el dictador Juan Vicente Gómez
habrá gobernado más que él, con 27 años (1908-1935).
La oposición venezolana denunció fraude en la votación y se
autoproclamó victoriosa con 70% de los votos, contra 30% para Maduro. También
reportó el arresto de unas 150 personas ligadas a la campaña.
«Se han violado todas las normas», dijo en la madrugada
Edmundo González.
«Esto no es un fraude más, esto es desconocer y violar
groseramente la voluntad popular», aseveró Machado.
La mayoría de las encuestas favorecían a la oposición, tras
años de una crisis que contrajo el Producto Interno Bruto en un 80% y llevó al
exilio a unos siete millones de venezolanos, según la ONU.
Maduro había planteado esta elección como un encrucijada
entre «paz o guerra» y advirtió que un triunfo de la oposición podía llevar a
un «baño de sangre».
La coalición Plataforma Unitaria se unió en torno a Machado
tras marginarse de la elección de 2018 que dio la reelección a Maduro por
considerarla fraudulenta.
En estos comicios estuvo presente una pequeña delegación del
Centro Carter, que pidió al CNE «que publique inmediatamente los resultados de
las elecciones presidenciales a nivel de colegio electoral». Un panel de
expertos de la ONU emitirá un informe confidencial.
Agencias
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