El Consejo Electoral venezolano informó en los primeros minutos del lunes 29 de julio que Nicolás Maduro ganó la elección con el 51% (5.150.092 votos). Su principal oponente, Edmundo González Urrutia, obtuvo 42,2% (4.445.978 votos) de los votos. Estas cifras sobre un 80% de las mesas escrutadas, y con una diferencia de 7 puntos entre el primero y el segundo.
"Felicitamos al nuevo presidente, Nicolás Maduro",
expresó Elvis Amoroso, presidnte del Consejo Electoral venezolano.
Los ojos del mundo estuvieron en Venezuela para el
desarrollo de estos comicios presidenciales, donde estaban inscritos alrededor
de 21 millones de venezolanos para acudir a las urnas y que decidan la
continuidad por un tercer mandato de la llamada ‘revolución bolivariana’ o que
surja un cambio del bloque opositor.
Enseguida Maduro se dirigió a una tarima en el palacio de
Miraflores, donde un grupo de seguidores le esperaba con música y bailes.
Poco antes del anuncio del Consejo Nacional Electoral, el
comando opositor había denunciado irregularidades en el escrutinio.
"Solicitamos en nombre de la paz de Venezuela, en
nombre de la credibilidad en el voto como instrumento para tomar las grandes
decisiones del mundo civilizado, que no den un paso en falso", había
declarado Omar Barboza, secretario general de la coalición Plataforma
Democrática, que apoya a González Urrutia.
"Los resultados son inocultables. El país eligió un
cambio en paz", escribió González Urrutia en la red social X.
La votación durante la jornada dominical transcurrió con
normalidad, sin embargo, cuando a las 18:00 horas empezaron a cerrar los
centros de votación se suscitaron algunos incidentes, principalmente en la
capital, en Caracas. Eso marcó un momento alto de tensión, ya que en otras
regiones como Portuguesa algunos votantes denunciaron el acceso de testigos a
los centros de votación, acompañamiento ilegal de votantes retrasos y la falta
de entrega de las actas impresas.
De acuerdo a las imágenes que se observaba en los cables
internacionales, grupos de militantes chavistas llegaron repentinamente a bordo
de sus motorizados hasta los alrededores del liceo Andrés Bello, en Parque
Carabobo, centro de la capital venezolana, para amedrentar y golpear a los
simpatizantes de la oposición que aguardaban con optimismo los resultados.
Agencias
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