Imbatible, extendiendo a 28 su racha de partidos invicta, Colombia derrotó este miércoles 1-0 a Uruguay y se clasificó a la final de la Copa América de Estados Unidos 2024, en la que el domingo buscará frente a Argentina el segundo título continental de su historia.
El mediocampista Jefferson Lerma, en su regreso al once
inicial del seleccionador Néstor Lorenzo tras una suspensión, marcó en el
minuto 38 el gol que definió esta semifinal en el Bank of America Stadium de
Charlotte, cuyas tribunas se sacudieron con la multitud de aficionados que
acompañó a los cafeteros, inmensa mayoría entre los más 70.000 espectadores que
asistieron al partido.
Uruguay jugó en superioridad numérica la mitad del
compromiso, con la expulsión del zaguero cafetero Daniel Muñoz (45+1).
Colombia, que ganó su única Copa América en casa en 2001,
debió enfrentar una avalancha Celeste en el cierre del compromiso, pero supo
resistir para ir por el título el domingo en Miami ante la campeona mundial, la
Argentina de Lionel Messi.
Uruguay jugará un día antes contra Canadá por el tercer
puesto, otra vez en Charlotte.
- James Rodríguez lanza reto a Messi -
El entrenador argentino Marcelo Bielsa revolucionó la
alineación de Uruguay ante las bajas en defensa del lesionado Ronald Araújo y
el suspendido Nahitan Nández. Incluyó tres nuevos nombres con respecto al once
inicial utilizado en los cuartos de final, José María Giménez, Sebastián
Cáceres y Rodrigo Bentancur y dejó de lado su habitual 4-3-3.
Cáceres, Giménez y Mathías Olivera formaban una línea de
tres centrales, aunque Manuel Ugarte solía retroceder e insertarse en la zaga
para que Cáceres y Olivera se abrieran a la hora de defender. Bentancur, en la
mitad de la cancha, era la gran apuesta.
El mensaje de Bielsa era muy claro: Uruguay podía tomar
precauciones con su zaga estaba diezmada, pero en ningún caso iba a agazaparse
en torno a su arco.
Colombia, en tanto, incluía a Lerma como único cambio. Jhon
Arias y Luis Díaz caían por bandas, mientras que James Rodríguez jugaba suelto,
sin amarras, por el carril central.
Después de un buen inicio de Colombia, Uruguay tuvo
extraordinarias ocasiones en los pies de Darwin Núñez. Sin embargo, el goleador
del Liverpool no tuvo puntería.
Falló en la definición en el 17 tras un hermoso pase de
Federico Valverde, en el 21 en una jugada individual y en el 28 luego de un
centro de Maximiliano Araújo.
El plan de Bielsa sufrió un golpe con una lesión que obligó
a Bentancur a salir en el 34.
Poco después, en un tiro de esquina servido por James, llegó
el gol de Lerma con un testarazo abajo, picado, pegado al poste, inatajable
para el arquero Sergio Rochet, que amagó salir y quedó a mitad de camino. Las
tribunas se agitaban, literalmente temblaban, mientras sonaba una cumbia por
los parlantes del estadio.
El 10 de Colombia alcanzó su sexta asistencia en el torneo,
tope en una edición, sobrepasando a Messi, quien había repartido cinco en 2021.
Cuando Colombia vivía su mejor momento, era el turno de que
el plan de Lorenzo se echara a perder. Un codazo de Muñoz a Ugarte en un
forcejeo acabó con la expulsión del lateral.
- Resistencia -
Para reequilibrar a Colombia, Lorenzo sacrificaba a Jhon
Arias.
Y no iban a parar los contratiempos, pues Richard Ríos
abandonó la cancha en camilla. Había que hacer un nuevo sacrificio y el elegido
fue James.
Con un hombre más, Uruguay se volcó al ataque, pero de nuevo
Núñez erró en el 65, con un tiro que capturó Camilo Vargas.
Luis Suárez entró al campo para acompañar a Núñez y el palo
le negó el gol en el 71.
Colombia resistió para alcanzar su marca de 28 partidos
consecutivos invicta, sobrepasando el récord para la selección cafetera que
habia establecido la generación de Carlos Valderrama en la década de 1990,
aunque bien pudo aumentar su ventaja con contras ante una Uruguay que dejaba
espacios atrás en su afán ofensivo por el empate.
Mateus Uribe desperdició dos buenas ocasiones. No importó a
la postre: la selección colombiana es finalista.
Aún está lejos de la marca de imbatibilidad absoluta en el
fútbol de selecciones, 37 partidos, firmada por Italia entre 2018 y 2021, pero
no toca pensar en ello. Como ha venido diciendo Lorenzo, la mirada es siempre
el próximo partido, nada más y nada menos que una final ante Argentina, por el
título de la Copa América.
El Deber
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