El Gobernador de Tarija compró test rápidos de Covid-19 a Medicaltech a 88 bolivianos la unidad, mientras que el entonces alcalde de Cercado, Rodrigo Paz pagó 140 por la misma prueba a esa empresa.
La pandemia del coronavirus no solo trajo consigo una demanda de insumos de bioseguridad, sino también una feria de contratos en Bolivia. Bajo el paraguas de compras directas por la emergencia sanitaria el Gobierno Autónomo Municipal de Cercado, cuyo alcalde era Rodrigo Paz Pereira, ahora senador electo, pagó 140 bolivianos por cada prueba rápida de Covid-19, aunque el gobernador Adrián Oliva compró a 88, de la misma empresa y marca, según revelan documentos publicados en el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes).
Agosto fue uno de los meses más críticos de la pandemia en Tarija, uno de los ejes marcados por el Comité Operativo de Emergencia Departamental (COED), para ese entonces, ya era el testeo masivo apoyado en las pruebas rápidas. Bajo esa directriz, el 17 de ese mes la Gobernación hizo su séptima adquisición y compró a la empresa cruceña Medicaltech 10.000 pruebas rápidas de la marca Cellex de origen americano (Estados Unidos) a 88 bolivianos cada una. Las anteriores compras, pero a otras empresas, también fueron a un precio similar.
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