Ante el incremento del precio del pan en Tarija, diversas autoridades locales, entre ellas el Ejecutivo, la Intendencia Municipal, Defensa del Consumidor, la Fejuve y legisladores, se pronunciaron y realizaron controles para verificar el costo real de los insumos utilizados por los panificadores.
Las autoridades locales están gestionando la inclusión de
Tarija en el plan nacional de subvención de harina, del cual actualmente la
región está excluida. El alcalde de la ciudad de Tarija, Johnny Torres,
cuestionó esta exclusión: “Somos parte del país, ¿cómo es posible que se
distribuya harina subvencionada en todo el país menos en Tarija?”.
Explicó que el quintal de harina subvencionada cuesta entre
80 y 90 bolivianos, pero Tarija no puede acceder porque el programa exige que
los beneficiarios estén registrados en una organización de panificadores, lo
que actualmente no ocurre.
En respuesta, el alcalde ha iniciado gestiones con el
Gobierno nacional y el Viceministerio correspondiente, quien ofreció dos
alternativas: cumplir los requisitos que exige EMAPA para acceder al subsidio,
o importar harina directamente desde Argentina o Canadá. Sin embargo, esta
última opción solo lograría una rebaja aproximada del 10%.
Silvia Palacios, responsable departamental de Defensa del
Consumidor, informó que, tras operativos conjuntos con la Fejuve, se constató
que existe harina importada con póliza legal que se comercializa entre 440 y
450 bolivianos el quintal en Villazón, y de otra marca a 440 bolivianos en
Yacuiba. Mientras que los intermediarios están expediendo a 490 y 500
bolivianos en la capital tarijeña
Asimismo, se detectó que las empresas proveedoras de manteca
“El Maestro Panadero” y “El Gordito” venden directamente a los panaderos de
Lajas, San Lorenzo, La Victoria y algunos de Cercado a un precio de 371
bolivianos y no a 430 o 440 bolivianos como habían indicado anteriormente.
Serían solo algunos panaderos que compran a intermediarios, lo que eleva el
costo de producción.
Por su parte, autoridades locales manifestaron que el
problema del alza del pan no es nuevo y se arrastra desde hace un año.
Indicaron que se ofrecieron distintas opciones a los dirigentes panaderos, como
la posibilidad de acceder a harina importada subvencionada a través de la
Aduana Nacional, pero “no han tomado una decisión final”, señaló Palacios. “No
tienen la voluntad de solucionar”, agregó.
El intendente municipal de Tarija, Carlos Camacho, mencionó
que se conformaron mesas de trabajo y se realizan controles de peso justo. Sin
embargo, aclaró que “no existe una normativa que estipule el precio del pan o
de los insumos que se venden en el mercado”, por lo que el ajuste de precios
responde a decisiones del sector panificador.
Entre tanto, la ciudadanía continúa sintiendo el impacto del
alza en el costo del pan, que en muchos casos ha subido de 1 boliviano a 2 por
unidad, o 3 unidades por 5 bolivianos.
El País
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