En medio de un escenario económico marcado por el déficit fiscal, la caída de ingresos por exportación de gas y una creciente presión sobre las reservas internacionales, la Fundación Jubileo ha vuelto a advertir la necesidad urgente de reducir el gasto público en Bolivia. La institución, especializada en análisis económico y fiscal, advierte que el próximo gobierno no podrá eludir decisiones difíciles para evitar que el país profundice aún más su crisis estructural.
Cabe señalar que desde hace varias gestiones, analistas,
expertos en economía e incluso los mismos sectores sociales han pedido realizar
un ajuste al aparato estatal, pero el Gobierno Nacional ha hecho oídos sordos
Raúl Velásquez, analista en hidrocarburos de Jubileo,
menciona que, lejos de aplicar correctivos, el nivel central ha mantenido
empresas públicas deficitarias, aumentando el gasto y comprometiendo más
recursos fiscales sin retorno asegurado.
De cara a las elecciones generales del próximo 17 de agosto,
Velásquez ha llamado a los candidatos presidenciales a presentar propuestas
para reducir el gasto del Estado, sin descuidar las políticas sociales que
protejan a los sectores más vulnerables. Sin embargo, refiere que hasta el
momento, ningún binomio ha planteado medidas concretas frente a esta
problemática de fondo.
El experto manifestó que ha escuchado algos candidatos
hablar de ajustar la subvención a los carburantes, mientras que otros proponen
precios irreales como vender gasolina a 5 bolivianos el litro, cuando el
promedio en Sudamérica ronda los 1,10 dólares. Explicó que si a ello se suma el
valor del dólar en el mercado paralelo, que ha superado los 18 bolivianos, se
evidencia la desconexión entre el discurso político y la realidad económica.
Velásquez insiste en que debe ser la ciudadanía quien debe
exigir respuestas a los candidatos.
-Crisis económica y energética-
La preocupación de Jubileo no se limita al aspecto fiscal.
La caída sostenida en la producción de gas natural, que ha sido la principal
fuente de ingresos del Estado durante las últimas dos décadas, anuncia también
una crisis energética. Bolivia ya no solo enfrenta la disminución de divisas,
sino que se acerca a una situación donde deberá importar energía para cubrir su
demanda interna.
“Lo ideal es producir (energía) porque esto te permite tener
seguridad energética y autosuficiencia energética, que son dos objetivos de
política pública a nivel mundial, cualquier país busca tener seguridad
energética y no dejar a su población sin energía”, apuntó.
En distintos informes, Jubileo, el Colegio de Economistas de
Tarija, Empresarios Privados, y otras instituciones, han alertado sobre el
tamaño del aparato estatal, que en lugar de ajustarse a la nueva realidad
económica del país, ha seguido creciendo, especialmente a través de empresas
públicas que no generan ganancias y dependen del Tesoro General de la Nación.
El País
No hay comentarios.: