El Directorio de la Asociación Nacional de Antiguos Alumnos del Colegio Juan XXIII, donde ocurrieron varios hechos de pederastia recientemente revelados de manera pública, rechazó la presencia de cualquier “comisión papal” en Bolivia para "soslaye" e investigue este tipo de delitos.
“Como asociación que agrupa a gran parte de las víctimas en
el caso de los jesuitas españoles Alfonso Pedrajas, Francesc Peris, Francisco
Pifarré y el boliviano Carlos Villamil Olea, rechazamos cualquier comisión
papal que intente soslayar la gravedad de estos delitos por encima de la
dignidad de las víctimas”, cita un nuevo comunicado emitido por los exalumnos.
Este pronunciamiento surge después de que se confirmara la
llegada a Bolivia del monseñor Jordi Bertomeu, oficial del Dicasterio para la
Doctrina de la Fe, quien –según un comunicado de la Conferencia Episcopal
Boliviana– es “especialista en acompañar temas de abuso sexual”.
Sin embargo, los exalumnos están preocupados “que una
institución, que es investigada por posible comisión de delitos en grado de
encubrimiento y complicidad, se reúna con las víctimas”, lo cual también
rechazan “de manera categórica”.
Pues, “el derecho canónico que rige en el Estado Vaticano no
ha sancionado hasta ahora ningún clérigo por la comisión de delitos; al
contrario, los casos emblemáticos en la región han demostrado una estructura de
encubrimiento que ha conducido a la impunidad”, remarcan los antiguos alumnos.
Asimismo, recuerdan que las víctimas y sobrevivientes de
pederastia clerical de Chile han denunciado públicamente que, en 2018, una
comisión papal, compuesta por los obispos Charles Scicluna y Jordi Bertomeu,
fue solo un mecanismo de revictimización y de impunidad.
“Por este antecedente, alertamos a la opinión pública que la
llegada de Jordi Bertomeu a Bolivia pretende repetir el caso chileno sin
resultados y con mayor revictimización”, puntualizan.
El Deber
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