EL PAÍS
La mayoría de las fuerzas políticas con representación
parlamentaria apoyaron ambos gravámenes, que entrarán en vigor en enero de 2021
España dio luz verde ayer a la creación de los nuevos impuestos
a las transacciones financieras y a determinados servicios digitales, con los
que espera recaudar unos mil 800 millones de euros anuales.
Estas dos figuras tributarias, conocidas popularmente como
tasas Tobin y Google, fueron aprobadas definitivamente este miércoles por el
Senado (Cámara Alta), tras ser avaladas en julio por el Congreso de los
Diputados (Cámara Baja).
La mayoría de las fuerzas políticas con representación
parlamentaria apoyaron ambos gravámenes, que entrarán en vigor en enero de 2021,
pues deben transcurrir tres meses a partir de su publicación en el Boletín
Oficial del Estado.
Tras asistir a la votación, la ministra española de
Hacienda, María Jesús Montero, celebró que el Senado ratificara una propuesta
para avanzar en una fiscalidad moderna y progresiva, según el Gobierno de
coalición progresista del socialdemócrata Pedro Sánchez.
Ambas tasas 'adaptan la fiscalidad de España al siglo XXI
sobre determinadas áreas económicas', que estaban generando una asimetría con
respecto al sistema impositivo tradicional, subrayó Montero.
El impuesto sobre determinados servicios digitales pretende
gravar los ingresos de grandes empresas tecnológicas como Google, Amazon y
Facebook y aportar a las arcas públicas unos 968 millones de euros.
Establecerá un tributo del 3,0 por ciento a los ingresos de
aquellas multinacionales tecnológicas que facturen tres millones de euros en
España y 750 millones en el resto del mundo.
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