Mientras en algunos productos básicos se registran descensos leves, en la mayoría de los casos los precios se mantienen inalterables o incluso siguen elevados, lo que ha despertado preocupación en los vecinos
La expectativa de que la reciente estabilización del dólar
paralelo y la caída del peso argentino generaran una reducción visible en los
precios de alimentos y medicamentos en Tarija no se ha cumplido del todo.
Mientras en algunos productos básicos se registran descensos leves, en la
mayoría de los casos los precios se mantienen inalterables o incluso siguen
elevados, lo que ha despertado preocupación entre consumidores y vecinos.
Algunos productos bajaron
Un operativo realizado por el Viceministerio de Defensa de
los Derechos del Usuario y Consumidor en la zona del mercado Campesino arrojó
resultados mixtos. Según la responsable de la oficina en Tarija, Silvia
Palacios, se verificó que algunos productos han bajado en comparación con meses
anteriores.
“Antes la harina llegó a costar hasta 500 bolivianos el
quintal, ahora se encuentra desde 300 y la más cara en 330. El aceite de cinco
litros que alcanzó los 150 bolivianos ahora está entre 87 y 95. También el
azúcar bajó de 315 a 275 bolivianos el quintal, y el fideo de la marca Famosa
pasó de 105 a 100 bolivianos”, detalló Palacios en entrevista con Plus TLT.
No obstante, denuncia de vecinos revelan que la reducción no
se refleja de manera homogénea en todos los centros de abasto. En algunos
mercados y ferias barriales, vecinos reportan que, más que una baja hay una
estabilización de precios desde la última semana.
Un alivio relativo
Consultados sobre el comportamiento del mercado,
comerciantes del Campesino reconocen que ciertos productos de origen argentino,
como la harina y la manteca, se abarataron por la depreciación del peso en el
país vecino. Sin embargo, discrepan con las cifras oficiales y sostienen que
las rebajas no son tan significativas como anuncia Defensa del Consumidor.
“Es cierto que algunos costos han bajado, hasta un 30% en
casos puntuales, pero si el dólar vuelve a subir en el paralelo, inmediatamente
los precios también van a subir. Aquí todo depende de la moneda extranjera”,
comentó un proveedor de abarrotes.
Reclamo de la Fejuve
Desde la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de Cercado,
el dirigente Rodrigo Castillo lanzó una crítica más dura, asegura que, lejos de
bajar, los precios de la canasta familiar siguen incrementándose sin que exista
un control efectivo de parte de las autoridades.
“Vamos a iniciar una investigación como control social.
Queremos explicaciones, sobre todo en lo que pasa con el precio de la carne de
res. Tarija consume muchos productos argentinos, pero aunque el peso argentino
cayó, los precios siguen igual de caros”, reclamó.
El dirigente cuestionó también la falta de regulación en los
mercados, que permite a intermediarios y comerciantes ajustar los precios a su
conveniencia, sin que las familias perciban el beneficio de la coyuntura
cambiaria. Lamentó que el precio de la carne siga subiendo y no haya
explicaciones de por qué este fenómeno.
El caso del pan
Uno de los puntos más sensibles para la población es el
precio del pan. Aunque la harina bajó de precio en las últimas semanas,
Palacios exhortó al sector panificador a aumentar el gramaje de las piezas de
pan, que actualmente pesan en promedio 50 gramos, cuando antes llegaban a 70.
Indicó que el precio del pan no ha variado, pero la gente
está comprando menos cantidad por el mismo dinero. Argumentó que si bajó la
harina, corresponde que el pan retorne a su peso original.
Los medicamentos, otra preocupación
En el caso de los fármacos, la baja del dólar tampoco se ha
traducido en precios más accesibles. Los medicamentos importados —adquiridos en
divisa estadounidense— mantienen costos elevados, y las farmacias apenas logran
ofrecer algunas promociones para mitigar el impacto en los bolsillos de los
usuarios.
Algunas farmacéuticas reconocen que desde inicios de agosto,
cuando realizaron la última actualización de precios, estos se han mantenido
estables, pero sin descensos.
La resistencia de los precios a ajustarse hacia abajo
refleja una tensión recurrente en la economía tarijeña, el peso del contrabando
con Argentina, la dependencia de insumos importados y la especulación de
algunos sectores del mercado.
Si bien la estabilización del dólar en el mercado paralelo
ha dado cierto respiro a los comerciantes, los consumidores aún no sienten una
mejora.
Expectativa
Por ahora, el alivio que prometía la caída del dólar y el
peso argentino sigue siendo más una expectativa que una realidad
¿Por qué no bajan los precios?
El economista tarijeño, Fernando Romero, identifica tres
motivos por los cuales no bajan los precios de los productos alimenticios,
materias primas, productos de contrabando y medicamentos, es que han sido
comprados en meses anteriores con un dólar caro y eso hace que nadie venda
barato.
“Aparte hay expectativas inflacionarias, tanto por
compradores y revendedores, es decir, el mercado y la misma economía esperan
que todavía exista inflación y de hecho no creo que baje porque se ha
convertido en una especie de círculo vicioso. Mientras no haya dólares, no haya
carburantes y no haya certidumbre en el tema político electoral, es ilógico
bajar los precios de los bienes y servicios”, indicó.
Romero también puntualiza, que se prevé que continúe la
espiral inflacionaria, ya que todos los sectores económicos buscan mantener su
poder adquisitivo y nadie quiere ceder.
El economista además menciona que la tendencia es a que la
inflación pueda aumentar, esto debido a que algunos anuncios gubernamentales no
generan certezas, sino que derivan en especulación, entre esto, citó el hecho
de haberse advertido el suministro de carburantes hasta el 8 de noviembre.
“Y si no hay carburantes, hay desabastecimiento, suba de
precios, hay inflación, entonces por eso no van a bajar los precios”, indicó a
tiempo de advertir que lo que está pasando con las reservas de oro igual
influyen.
El País
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