La tarde de este lunes, el gobernador Luis Fernando Camacho posesionó a su nuevo gabinete, tras asumir su cargo el pasado viernes cuando retornó a la capital cruceña, luego de casi mil días con detención preventiva en Chonchocoro.
El gobernador Luis Fernando Camacho estuvo en EL DEBER y
reveló que él sabía que lo iban a detener antes del 31 de diciembre del 2022.
También contó cómo pasó sus días tras las rejas en Chonchocoro y lo que
aprendió durante casi tres años de presidio.
"En honor a la verdad, porque tengo que decirlo,
nosotros teníamos ya la información desde adentro, desde la Policía, sobre
cuándo iba a pasar o cómo iba a pasar (el operativo para su captura). Esta
persona me dijo dentro del paro de los 36 días, que había ya la orden y el
compromiso del ministro de Gobierno de que hasta el 31 de diciembre se
ejecutaría la orden. Entonces, con esa información que me fue actualizando en
función del tiempo, ya yo pude tomar recaudos con mi familia", develó
Camacho.
Afirmó que al primero que puso en aviso fue a padre. Es más,
"el día 24 de Navidad, al mediodía cuando almorzamos, ya yo le dije que se
prepare, que eso era lo que iba a pasar, para que no lo tome por sorpresa y que
sepa que había esa orden. Se lo dije a mi familia, a mi esposa".
El gobernador sostuvo que incluso el día de su detención, el
28 de diciembre, "me llaman a las 7 de la mañana y me dicen, va a ser hoy,
después de las 12 del mediodía. Ya están desplegados, no hay un enviado desde
La Paz porque siempre se filtra cuando hay enviado, se va a hacer con los del
DACI de Santa Cruz. Entonces me dice: le da para salirse (huir) y pasar a
Corumbá (Brasil). Fue entonces que le dije que no. Yo no me voy a ir".
Y agregó, "entonces ya sabíamos que iba a pasar ese
día, yo le abrí la puerta de la vagoneta ese día, porque estaban todos
asustados, iban quebrando vidrios de las movilidades, entonces yo les dije, a
mí es al que buscan. (Los policías) hicieron su show, me tiraron al piso, sin
sentido, porque yo no estaba poniendo resistencia de nada".
Eso sí, la autoridad departamental remarcó que saberlo todo
no disminuyó el impacto que generó el momento entre sus seres queridos.
"No deja de ser un dolor, porque toda la familia sigue esperanzada, ojalá
que no pase, pero ya sabíamos que eso iba a pasar, así que estuvo todo listo
para ese día y sabíamos que a Palmasola no me iban a llevar, su trofeo era (ir
a) Chanchocoro".
Bajo advertencia
Camacho admitió que enfrentarse con el Gobierno nacional no
iba a ser fácil. Incluso comentó que la pedida de mano de la que ahora es su
esposa, Fátima Jordán, se hizo sobre aviso.
"(...) cuando yo le pido la mano a mi esposa, la
primera vez, la tuve que postergar porque yo sabía que me iban a detener. El
Gobierno nacional tenía que limpiarle la cara a Evo Morales. Tenía Arce que
limpiarle la cara Evo y la mejor forma era mandarle mensaje a la
oposición", narró.
Preso y en la sombra
Durante la entrevista el gobernador comentó que él no podía
salir de su celda. "A mí me ofrecían una hora de sol al día, y una sola
vez la tomé. Durante 17 meses y medio, no salí más", aseveró.
No fue hasta cuando el mismo Departamento de Estado de los
Estados Unidos emitió un informe en el que corroboraron que Luis Fernando
Camacho no podía recibir visitas, que recién permitieron la visita a algunas
personas.
En ese marco, se le consultó sobre la revuelta que hubo en
Chonchocoro y lo que se había denunciado
que su vida corría peligro. El gobernador la descalificó asegurando que a pesar
de escuchar de todo, lo retiraron de celda a él, su esposa y su hijo en un
determinado momento y luego de algún tiempo lo volvieron a ingresar.
"Yo escuché de todo, pero no sabía lo que pasaba. Todos
los días pasan un sin número de cosas, pero nunca me enteré de nada (de lo que
pasó exactamente en la revuelta). Pero ese día, mi esposa me dijo fijate por la
ventana (ella y su pequeño hijo estaban dentro de la celda), cuando un teniente
me dijo que salga, salí con mi esposa y mi bebé, porque mi vida corría peligro,
pero no supe nada más", apuntó la autoridad.
Una lucha mental
"Una cárcel te cambia la vida. Podés salir lleno de
odio y resentimiento; y podes sacarle lo mejor, el tiempo, la lectura, el
análisis. Leí varios libros, lo que mantiene la mente activa, forjé mi
paciencia, reforcé mi fe. Después de la cárcel todos los problemas son
pequeños. Y yo nunca me sentí preso, porque siempre hallé la manera de llegar a
comunicarme", manifestó el gobernador electo de Santa Cruz.
Camacho Vaca aseguró que trabajó mucho en mantener la calma.
Afirmó que tuvo que adecuarse a una rutina, como levantarse temprano, bañarse,
lavarse los dientes, "me preparaba mi comida, (la rutina) incluía hasta
que te echés perfume. La mente te ayuda muchísimo. Se madura mucho en muchas
cosas", apuntó.
El pasado viernes, 29 de agosto, Luis Fernando Camacho
retornó a la capital cruceña después de casi 1.000 días de estar en la cárcel
de Chonchocoro, con detención preventiva. Miles de personas acudieron a su
recibimiento que se extendió desde el aeropuerto Viru Viru hasta la plaza 24 de
Septiembre, que inició a las 18:40 y concluyó casi a la medianoche.
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