Los presuntos agresores también raptaron a su sobrino, un menor de edad, quien fue igualmente golpeado y amenazado
Un incidente relacionado con concesiones mineras en los Yungas de La Paz dejó a un minero y a su sobrino brutalmente golpeados y secuestrados el pasado domingo en la comunidad Niguillani, municipio de Coroico. El minero, quien es dirigente de la comunidad, fue baleado en la cabeza durante el ataque, según denunció su esposa, Patricia Mollo.
“Habían llegado unos seis encapuchados directamente a sacarlo a mi esposo. A mi esposo lo han baleado en la cabeza y luego lo han metido a la maletera (del auto) a golpes. Mi hija me llamó llorando para contarme que lo han secuestrado”, relató Mollo a la radio local Coroico, visiblemente afectada y entre lágrimas.
El secuestro habría ocurrido como represalia por las denuncias del dirigente contra una cooperativa minera que, según él, operaba de manera “ilegal” en la zona.
El minero, secretario general de la comunidad Niguillani, había estado recibiendo amenazas desde que exigió que los beneficios de la mina fueran para toda la comunidad, en lugar de una sola persona, según relató su esposa. Mollo explicó que su esposo solo buscaba el bienestar colectivo, pero su defensa de los derechos comunitarios provocó el ataque.
Durante el secuestro, los agresores también tomaron a su sobrino, un menor de edad, quien fue igualmente golpeado y amenazado. Tras una persecución, ambos fueron abandonados en medio del camino mientras los secuestradores disparaban para escapar.
“Los hemos perseguido y nos han disparado, luego los han botado”, contó Mollo, quien añadió que su esposo fue evacuado de emergencia a un hospital en la ciudad de La Paz, aunque hasta ahora no se conoce con exactitud su estado de salud.
Desesperada, Patricia Mollo pidió justicia: “Pido justicia, que no se quede impune, pido que den con los autores de este hecho. Mi esposo está con vida, pero pido ayuda, nosotros no hemos hecho daño a nadie”.
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