Este domingo, la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) emitió un informe de cómo el trabajo periodístico fue afectado durante la toma militar de la Plaza Murillo, en la sede de Gobierno, ocurrido el pasado 26 de junio. Pone en relieve "el efecto de los gases lacrimógenos y los empujones de soldados contra reporteros, camarógrafos y fotógrafos".
Los testimonios
La fotoperiodista de la agencia de noticias Reuters, Claudia
Morales, no consiguió ingresar en la Plaza Murillo, el centro político de La
Paz, porque una barrera instalada por soldados de la Policía Militar impedía el
ingreso de personas en las esquinas de las calles Comercio y Ayacucho.
Desde esa posición, Morales consiguió obtener imágenes de
los momentos en que se dispararon gases lacrimógenos contra seguidores del
presidente Luis Arce que intentaban romper la barrera formada por soldados
armados, portando escudos antimotines y apoyados por carros militares de
asalto.
En esa esquina, los seguidores del presidente Luis Arce
lanzaban consignas de defensa de la democracia y a favor del mandatario que
permanecía en la Casa del Pueblo, contigua a Palacio de Gobierno, y encendían
fogatas para atenuar el efecto de gases lacrimógenos.
“Intenté ingresar, mostré mi credencial, pero el acceso
estaba cerrado”, relató Morales a la ANP.
Los periodistas del canal de televisión SITEL, Juan
Alejandro Mamani y Sebastián Alarcón, describieron que soldados que
protagonizaron la toma militar del centro político de Bolivia, después del
mediodía del miércoles 26, dificultaban la grabación de imágenes con sus
escudos, que también servían como objetos contundentes para empujar a los
enviados de prensa.
La periodista del portal Brújula Digital, Andrea Rojas,
permaneció por varios minutos sin lograr ingresar a la Plaza Murillo de La Paz,
que según el gobierno fue escenario de un “golpe de estado fallido”.
Mientras algunos medios ingresaban al centro de la Plaza,
Rojas permaneció reportando desde calles próximas, según explicó a la ANP.
A diferencia del caso anterior, el periodista de la estatal
BoliviaTV, Leonardo Mena, presenció sin dificultades el ingreso y movimiento de
carros de asalto y militares que se ubicaron en la Plaza Murillo desde las
primeras horas de la tarde.
En momentos en que el ambiente se llenaba de gas
lacrimógenos, la periodista de la Voz de América, Fabiola Chambi, buscó aliviar
los efectos de los químicos librados a la atmósfera y se aproximó a
improvisadas fogatas que encendieron grupos de manifestantes.
Las dificultades para su labor de obtención de imágenes en
video y audio se presentaron cuando militantes del partido gobernante ocuparon
la puerta de Palacio y en el instante en que apareció en balcones de Palacio el
presidente Luis Arce.
El enviado del medio digital Tele Estrella, Bryan Benavides,
observó que durante los intentos de dispersar a las personas, militares
lanzaron gases lacrimógenos contra periodistas, según informó a la ANP.
“Prensa vendida” fue el estribillo usado por manifestantes,
durante la confusión y muchas personas al observar el color azul del logotipo
de Foro Channel, un medio local de prensa digital, imaginaron que pertenecía al
partido oficialista, relató la periodista Magaly Chuquimia.
“Por la tensión pasamos por alto los empujones”, explicó a
la ANP la corresponsal del diario EL DEBER, Yolanda Mamani, que junto a muchas
personas corrió por la calle Comercio tras los disparos de granadas de gases
lacrimógenos.
Con los ojos irritados por el ataque con los gases, y
tosiendo por la falta de oxígeno, la corresponsal de Radio Soberanía del
Trópico de Cochabamba, Daniela Tacachira, interrumpió sus despachos y el
experimentado periodista del canal de TV Bolivisión, Federico Camacho, fue
testigo y observó que varias mujeres periodistas vomitaban por la sensación de
asfixia.
El Deber
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