El boliviano Marcos Vásquez se coronó recientemente campeón mundial de muay thai de la organización Freedom Fighter Promotions, en un evento que se llevó a cabo en el estado de Florida, Estados Unidos, en la categoría welterweight (67 kilos).
El deportista nacido en Punata, en el departamento de
Cochabamba, venció al mexico-estadounidense Luis Morales por decisión unánime
de los jueces y tras el anuncio mostró la bandera nacional, la mostró a todos
los presentes y también a la gente que seguía por televisión la transmisión del
Freedom 17, como fue denominada la velada.
Su nombre completo es Marcos Vásquez Salguero, este sábado
cumplió 30 años (23-09-1993). Si bien nació en Punata, la mayor parte de su
niñez vivió en Pojo Villa Esperanza y algunos años en la ciudad de Cochabamba.
A sus 10 años comenzó practicando kick boxing por seguir los
pasos de sus hermanos que practicaban este deporte, pero cuando tenía alrededor
de 22 años decidió hacer muay thai y hace unos cuatro años lo practica
profesionalmente.
Le llaman ‘Corazón de León’ y actualmente radica en
Virginia, Estados Unidos, donde es parte del equipo The Little Giant Muay Thai.
¿Qué significado tiene para tu persona haber ganado este
título mundial?
Para mí es un sueño, es un objetivo que yo tenía trazado
desde que comencé a pelear profesionalmente, ya lo venía trabajando desde hace
tiempo. Fue muy satisfactorio haber logrado el título y no nos quedamos ahí,
porque hay que seguir ganado campeonatos, hay que seguir trabajando y entrenado
duro para alcanzar eso”.
¿Cómo fue que llegaste a pelear por un título mundial”
Salí campeón nacional de Estados Unidos, había defendido mi
título este año y me consagré bicampeón nacional de este país, fue por eso que
me gané la plaza para pelear el campeonato mundial.
¿En qué otros torneos competiste?
Antes había participado en campeonatos panamericanos y
sudamericanos, obteniendo victorias y títulos, tengo varios torneos ganados y
cuando vice a Estados Unidos lo comencé a hacer profesionalmente, no es la
primera vez que peleó en este país, van como cuatro años que vengo peleando acá
y fue por eso que me llegó la oportunidad.
¿Este título qué puertas te abre en el mundo del muay thai?
Me abre muchas puertas, porque este evento fue transmitido a
nivel mundial y muchas organizaciones conocidas están expectantes de este
evento en el que gané. Mucha gente ya me ha llamado para pelear en Europa, como
en Inglaterra por ejemplo, para eventos más grandes, lo único que puedo hacer
es seguir entrenando y que lleguen las oportunidades para estar listo para
cuando sea necesario”.
¿Vives del muay thai o tienes otro trabajo?
Ahora yo me encuentro trabajando, trabajo ocho horas en una
compañía de marketing y publicidad que se encarga de letreros, publicidades y
todo eso. En mi tiempo libre hago el entrenamiento de muay thai, puede ser en
la madruga o por la noche, saliendo del trabajo, hasta las 10 de la noche más o
menos. Todo el día paro ocupado por el trabajo y el entrenamiento, sobre todo
de lunes a viernes, eso es parte del sacrificio que hago. Yo decidí meterme a
esto y estoy trabajando en ello.
¿Por qué dejaste Bolivia y te fuiste a Estados Unidos?
Dejé mi país por el muay thai. Si estoy acá trabajando es para
poder sustentarme y poder entrenarme sin ninguna preocupación, ya que necesito
hacer dinero para poder comprar indumentaria, pagar mis gimnasios, poder comer
bien saludable, porque aquí la comida saludable es más cara que la comida
chatarra, entonces yo tengo que ganar dinero para poder sobrellevar todos los
gastos que tengo. En Estados Unidos hay buenos instructores, también hay buena
indumentaria y eso requiere dinero, así que tengo que enfocarme en las dos
cosas, el trabajo y el deporte, porque de lo contrario nadie me va a dar plata
para hacer mi deporte acá, como en Bolivia.
¿En Bolivia no tenías apoyo?
Allá tampoco nadie me daba plata, entonces prefiero estar
acá para que con un poco de trabajo pueda sustentar todo, aunque este un poco
apretado, ya que en Bolivia no podía comprar ni pasajes para viajar al
exterior, por eso que decidí quedarme en Estados Unidos, porque aquí encuentro
la capacidad para evolucionar y seguir creciendo como deportista.
¿Cuál es tu fuerte en el muay thai y qué debes mejorar?
Mi actitud acá es que realmente trabajo duro en el
acondicionamiento físico y en el muay thai, mis entrenadores siempre destacan
que nunca me quejo del entrenamiento, por más duro que sea. Mi principal arma
que tengo son las patadas a las piernas y lo que necesito trabajar es el boxeo,
algo que lo tenía trabajado, pero ahora dejé un poco de lado y por eso tengo
que enfocarme en el boxeo para ser un deportista más completo y no tener fallas
a la hora de las peleas.
¿Qué sientes cuando te declaran vencedor y estás con la
bandera boliviana?
Para mí es un orgullo, no es por recibir aprobación de nadie
ni recibir apoyo de nadie, porque no pienso pedir apoyo a nadie, para mí es un
orgullo representar a Bolivia porque siempre que he salido afuera de Bolivia me
han subestimado, han dicho ‘es boliviano, no va a pasar nada’ pero siempre yo
he estado con la mentalidad diferente, aunque nos subestimen.
¿Por qué diferente
Porque tenemos la capacidad, lo que no tenemos es el proceso
o la manera de superarnos, eso es lo que no tenemos, porque normalmente para
superarte tu tienes que capacitarte en el exterior, tienes que hacer
campamentos, peleas internacionales y eso es lo que no tiene el boliviano. Yo
saliendo del país, ya sea en Sudamérica o incluso en Tailandia, he demostrado
que el boliviano puede, que el boliviano se supera, que con entrenamiento
adecuado se puede lograr grandes cosas.
¿Y cuál es tu sentir cuando sales victorioso y tienes la
tricolor en tus manos?
Cada vez que levanto la bandera boliviana yo me siento
orgulloso de ser boliviano y si ven las peleas, yo siempre entro a los combates
con un tema, una canción, de Bolivia, ya sea de los Kjarkas u otro grupo del
folklore boliviano, porque yo estoy orgulloso de mis raíces.
El Deber
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