Llegó el fin de semana y las familias aprovecharon para acudir a los mercados y hacer las compras de la semana. Pero se vieron sorprendidas por un nuevo incremento de varios productos básicos.
El aumento más notorio fue el del papel higiénico. El
paquete de 24 rollos, que la semana pasada estaba en 48 bolivianos, ahora se
vende en 53 bolivianos. Otro producto que está más caro es el jabón de lavar
ropa, que de costar 6 bolivianos ahora está en 8.
Los productos comestibles no se quedaron atrás. El kilo de
queso caizeño hace dos semanas estaba en 48 bolivianos, ahora no se halla a
menos de 50 bolivianos, y el queso chaqueño subió a 52 bolivianos.
La arroba de papa, que estaba en 25 bolivianos, ahora se
ofrece a 30 bolivianos.
La cuartilla de zanahoria se vende en 10 bolivianos, pero la
semana pasada estaba en 6.
La arveja es otro alimento que “se disparó”. Hace unos días
se ofrecía a 25 bolivianos la cuartilla, hoy está en 36 bolivianos e incluso
40.
Y el infaltable tomate en las comidas igual subió de costo,
ahora está en 22 bolivianos la cuartilla, y no a 18 como hace un par de días
atrás.
Este incremento sorprendió a los compradores, quienes
aseguraron que el presupuesto que previeron apenas les alcanzó para comprar la
mitad de los productos que necesitaban.
“Todo está carísimo, es increíble. Traje 260 bolivianos y
apenas estoy llevando algunas cosas, así no hay salario que aguante”, dijo la
señora Lidia, quien no ocultó su enojo por los precios altos en el mercado
Campesino.
Manuel también llegó a ese centro de abasto para hacer
compras y comentó que salió “asustado” por los precios. “Todo, absolutamente
todo subió de precio. Y lo más preocupante es que las vendedoras te advierten
que va seguir subiendo”, indicó.
Las comerciantes no quieren hablar del por qué subió el
costo de varios productos. Sólo se limitan a decir que ellas también compran
caro y que su margen de ganancia no pasa de los dos bolivianos.
¿El efecto argentino?
Un aspecto que hizo notar la señora Patricia, quien tiene un
surtido almacén en el mercado, es que los ciudadanos argentinos ya no solo van
a las ciudades fronterizas, como Bermejo, Yacuiba y Villazón, a hacer sus
compras, también llegan hasta la capital.
“Llegan en grupos y compran de todo, no sé cómo hacen pasar,
pero se llevan de todo, productos de limpieza, alimentos empaquetados, hasta
verduras compran en cantidad”, relató.
Don Plácido coincidió y comentó que durante el feriado de
Semana Santa el mercado Campesino se vio abarrotado de ciudadanos argentinos
que realizaron todo tipo de compras en ese centro de abasto. “Ellos dicen que
todo está barato aquí y se llevan lo que pueden”, indica y admite que eso está
generando desabastecimiento y encarecimiento de algunos productos.
Falta de control
La señora Erika, al ver la escalada de precios, lamentó que
el fin de semana no haya dónde quejarse o reclamar, ya que la Intendencia
Municipal y Defensa del Consumir realizan sus controles durante la semana.
“Sábado y domingo desaparecen los funcionarios, y las
comerciantes aprovechan eso. Y a nosotras no nos queda otra que comprar al
precio que hay”, cuestionó.
Así resultó un día de compras en el mercado Campesino, donde
las vendedoras ya han dado un previo aviso: “las cosas seguirán subiendo”.
El País
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