El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Marco Jaimes, informó este jueves que el Gobierno de los Estados Unidos formalizó la solicitud para la extradición del exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), Maximiliano Dávila.
“Llegó la solicitud formal de extradición hace dos días
atrás y está en manos del magistrado relator Ricardo Torrez. A través de
Cancillería llegó esta solicitud y ésta ha sido derivada de manera inmediata al
magistrado relator quien tendrá en sus manos la preparación del proyecto de
resolución que deberá poner a conocimiento de sala plena (del TSJ)”, dijo el
titular del TSJ a la red Uno.
Indicó que tras tener conocimiento de la solicitud de
extradición se tiene 60 días para la notificación al imputado. “Ese plazo está
corriendo desde la última semana de septiembre y hay que computarlo
efectivamente desde esa fecha”.
Extradición
Añadió que solo queda que el magistrado relator haga conocer
el proyecto, este sea concediendo la extradición, denegándola o finalmente la
“extradición con carácter diferido”.
Explicó que para la última alternativa se reúnen los votos
suficientes de Sala Plena del TSJ y se “emite la resolución de fondo”.
Lea más: El TSJ dispone notificar a Estados Unidos con la
detención de Dávila para su extradición
El 2 de agosto, la
Cancillería solicitó al TSJ atender el pedido de extradición de Dávila,
detenido en el penal de San Pedro (La Paz), por parte del gobierno de Estados
Unidos.
El 14 de este mes, el TSJ ordenó la detención preventiva con
fines de extradición para el exjefe antinarcóticos. Con ello, se dispuso el
registro de los antecedentes penales para conocer si Dávila cuenta con otros
procesos penales en curso.
Aprehensión
Dávila fue aprehendido el 22 de enero de 2022 cuando
intentaba escapar por la frontera de Villazón a Argentina. En un inicio, el
Ministerio Público lo acusó por el delito de ganancias ilícitas y amplió la
investigación contra sus familiares y allegados. Pero no consideró el delito
por narcotráfico, aunque tampoco lo descartó.
Sin embargo, la Administración para el Control de Drogas
(DEA, por sus siglas en inglés) lo vinculó como uno de los capos del
narcotráfico en la región.
Según las investigaciones de la DEA, iniciadas en 2019 en
Bolivia, Perú y Colombia, se identificó una organización de narcotráfico que
operaba en el país. Su máxima exportación era la cocaína, aunque también
traficaban otras sustancias con destino a Estados Unidos.
La Razón
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