KATHYA CÓRDOVA POZO
El 17 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Seguridad del Paciente. Este día fue instituido por la Organización Mundial de la Salud desde 2019, durante la Asamblea Mundial de la Salud. El objetivo es reducir los riesgos, errores y daños que sufren los pacientes durante la prestación de atención médica. En muchos países los errores por medicación están entre 5-30% y los abandonos de tratamientos por los pacientes están entre 10-50%, números más altos se dan en aquellos países donde existe desinformación por los medios sociales o niveles de educación bajos.
Muchos pensarán que los errores y daños se producen sólo por el personal de salud, pero muchos de estos errores pueden deberse a fallas del paciente. Algunos puntos de este día incluyen, por ejemplo, un correcto diagnóstico y a tiempo para intervenciones preventivas, comprensión del proceso de diagnóstico para reducir los errores, buena higiene y prácticas. Aspectos importantes para ser observados no sólo por el personal de salud sino también por el paciente. Por ejemplo, muchas veces los pacientes asisten a consulta cuando ya no pueden más de dolor y no con fines preventivos. En estos estadios, normalmente la enfermedad es avanzada, se torna más severa, y el tratamiento es más costoso y de mayor duración. El paciente o su familia son responsables del deterioro de la salud de un miembro de la familia y no brindarle el acceso al servicio de salud a tiempo.
Cuántas veces los médicos son coartados en su desenvolvimiento profesional al realizar un diagnóstico por pacientes impacientes. Normalmente, se piden exámenes de diagnóstico y éstos son efectivamente caros, por ejemplo: muestra de sangre, ecografía, rayos-X, etc. A pesar de saber que estos procedimientos ayudan a obtener un diagnóstico preciso, muchos pacientes no cuentan con el dinero suficiente para pagar estos exámenes y el médico se siente obligado a realizar un diagnóstico sin ninguno de éstos.
Otras veces, los pacientes no comprenden el proceso de tratamiento. Cuando no hay comunicación suficiente, el error puede originarse en diferentes puntos del tratamiento. Así tenemos, por ejemplo, el uso del medicamento de manera incorrecta, reemplazo del medicamento por “similares”, abandono del medicamento, o falta de higiene al implementar el tratamiento, pudiendo surgir infecciones, etc. Un continuo seguimiento del tratamiento y su aceptación es importante.
Recordemos que un diagnóstico correcto depende de la colaboración entre el personal médico, los pacientes y sus familias. Esto incrementará la seguridad del paciente.
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