Después de las dos semanas más tensas que le tocó vivir a Luis Arce y su Gobierno, el expresidente Evo Morales —quien precisamente lo eligió como su sucesor en 2020— optó por bajar la presión por “razones humanitarias”. Así hizo un paréntesis en su exigencia de que se reconozca el congreso de Lauca Ñ donde él fue electo presidente y candidato del MAS. Entre tanto, las dos facciones del partido se trasladaron a México a participar de un seminario y de la toma de juramento de Claudia Sheinbaum como presidenta de esa nación.
Por eso y durante estos días, México —que ya vive un cambio
político histórico con la posesión de la primera mandataria electa— se
convirtió en el escenario donde evistas y arcistas mostraron sus diferencias,
incluso mostrando sus ‘trapitos al sol’. Eso sí, los políticos mexicanos de
izquierda ya les pusieron un alto y les pidieron que solucionen sus pleitos en
casa.
En Bolivia, todavía con los resquicios por los días de
tensión, el Gobierno evalúa los hechos y aún digiere las advertencias de Evo de
acortar el mandato de Arce, que se lanzaron los días de la marcha. Con todo, el
presidente Arce está seguro que Morales iba por su cabeza y la del
vicepresidente David Choquehuanca. “No nos han engañado, pero nos han
preocupado”, concluyó el mandatario.
Un traspié en México
Desde el bloque evista, confirmaron a EL DEBER Radio que una
importante delegación se trasladó a México donde días previos a la posesión de
la presidenta Claudia Sheinbaum, partidos de izquierda de más de 20 países se
reunieron en el seminario internacional ‘Los Partidos y Una Nueva Sociedad’.
A ese mismo evento asistió el vicepresidente David
Choquehuanca del bloque arcista, con tal suerte de que los dos bandos del MAS
se encontraron de frente y en sus discursos aprovecharon para atacarse, un
hecho que molestó a los organizadores mexicanos.
Mientras Choquehuanca, sin citar a Morales habló del
caudillismo y que “este sistema ha creado líderes políticos con privilegios y
un culto a la personalidad, dejando a los pueblos sin voz”, el dirigente de los
Interculturales evistas Juan Enrique Mamani pidió a los políticos de izquierda
que se solidaricen con “nuestro comandante Evo Morales” porque en Bolivia “la
derecha” se articula en su contra.
No obstante, el moderador del evento lo paró en seco
afirmando que esos temas deben abordarse de forma interna y que ése no era el
escenario para dirimir los mismos. “Este espacio no es para dirimir
controversias internas, respetuosamente, lo decimos”, afirmó el coordinador.
Se conoce que Arce, como jefe de Estado, es uno de los
invitados especiales para participar en los actos oficiales de la posesión de
la presidenta electa Sheinbaum, un acto que en México tiene el denominativo de
“toma de protesta”. Será este martes 1 de octubre.
Evo Morales fue también invitado a los actos oficiales, lo
que implica la probabilidad que ambos políticos dialoguen con el patrocinio del
Grupo de Puebla. No obstante, más allá de México, el líder cocalero lleva sobre
sus espaldas la queja que presentó la canciller Celinda Sosa en su contra en la
sesión número 79 de la Asamblea de Naciones Unidas.
“Lamentamos que intereses internos y externos hoy
conflictúen el país e intenten desestabilizar a un gobierno democrático”, dijo
Sosa el 25 de septiembre en su discurso ante los líderes mundiales en el foro
mundial.
“Venían por mi cabeza”
Después del anuncio de los evistas de que suspendían el
bloqueo nacional de caminos, el Pacto de Unidad arcista se reunió en El Alto
para evaluar la situación y darle su pleno respaldo a Arce, quien tras la
llegada de la marcha de Morales a La Paz, guardó silencio e incluso canceló su
participación en actividade de primer orden como su participación en la sesión
de la ONU y los actos protocolares por la 214 efeméride de Santa Cruz.
Con un semblante más tranquilo, Arce se refirió luego a la
marcha de Morales y reiteró que la misma no era por la canasta familiar, por el
dólar o la falta de diésel.
“Esa marcha venía por la cabeza del presidente y del
vicepresidente. Hermanas y hermanos, no nos hemos dejado engañar (…) el apetito
personal, individual de una persona, no puede arrastrar al pueblo boliviano en
nuevamente violar la Constitución Política del Estado. Hay que respetar nuestra
Constitución Política”, decía Arce.
El mandatario ve como “vergonzoso” que organismos
internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh)
vuelvan a pronunciarse sobre la reelección presidencial en Bolivia. “Han
ratificado lo que nosotros sabíamos, que no hay una próxima reelección, solo la
única que establece la Constitución, no hay más. Por eso hermanos no nos han
engañado, pero nos han preocupado”.
En ese marco, se dirigió al Tribunal Constitucional
Plurinacional (TCP) y al Tribunal Supremo Electoral, (TSE) para pedirles un
fallo a favor del bloque que lo apoya. “Tienen que fallar en justicia dándoles
a quienes corresponde la propiedad de su instrumento político que ha costado
lucha, dolor a nuestras organizaciones sociales”, demandó Lus Arce.
Septiembre, que aún no se despide, en lo político fue complicado
para Arce con la marcha evista desde Caracollo a La Paz denominada “para salvar
Bolivia”, y los anuncios de un bloqueo nacional desde el 30 y al mismo tiempo
una huelga de hambre de Morales, hasta lograr la renuncia de Arce o que éste
convoque a elecciones, como dijo en varias oportunidades el dirigente Ponciano
Santos Cruz Colque.
Aunque Morales matizó su estrategia con demandas sociales
por la crisis económica, el principal discurso que manejó desde el congreso de
Lauca Ñ en octubre de 2023, era por su candidatura, lograr la legalidad de ese
congreso y con esto consolidar su liderazgo en el MAS, intención que se
confirmó el 23 de septiembre cuando Morales terminó dando un plazo de 24 horas
a Luis Arce para que cambie sus ministros si quería seguir gobernando.
Entre el 8 y 22 de septiembre, el presidente Arce dio cuatro
mensajes al país, uno por la crisis económica (8 de septiembre), otro por los
incendios (14 de septiembre), y los últimos dos dirigidos exclusivamente a
Morales.
El domingo 22 de septiembre, Arce, a tiempo de pedir a
Morales que acepte el pedido de diálogo del Defensor del Pueblo, le dijo
también: “Tus acciones de rechazo y violencia al diálogo no serán respondidas
con renuncias y huidas desesperadas”.
En tanto que el domingo 15, en tono reflexivo le dijo:
“Bolivia necesita nuevos liderazgos, necesitas darte cuenta que el rol tuyo y
mío es impulsar esos liderazgos para garantizar la continuidad de un proyecto
político que es del pueblo”.
La izquierda preocupada
Pero la pelea interna del MAS, también preocupa a líderes de
la izquierda Latinoamericana y europea porque hasta antes de su fractura, el
MAS era uno de los partidos más fuertes de la corriente de izquierda en la
región.
Es por eso que al menos en dos ocasiones este año, el Grupo
de Puebla ha intentado acercar a Morales y Arce, pero todos los esfuerzos
fueron nulos.
La primera vez fue en mazo cuando los expresidentes Alberto
Fernández, José Luis Rodríguez Zapatero y Ernesto Samper y la vicepresidenta
venezolana Delcy Rodríguez, llegaron a un evento a Santa Cruz y se reunieron
con Arce y Morales por separado en busca de un acercamiento.
El segundo intento fue los días de la marcha de Morales,
cuando el expresidente Zapatero visitó Sucre donde se reunió con políticos
evistas y también con funcionarios de la Cancillería.
Según El Mundo de Madrid, España, Zapatero llegó a Bolivia
“para intentar mediar entre el presidente, Luis Arce, y el exmandatario Evo
Morales, en el peor momento de la guerra fratricida que les enfrenta por el
poder en el país y en la revolución indígena”.
Ahora, la pregunta aún sin respuesta, es si con la presencia
de Morales y Arce en México, ¿ocurrirá el milagro y sus aliados internacionales
lograrán reconciliarlos?.
En Bolivia, el Gobierno asegura que Arce está dispuesto a
dialogar con Morales para dar paz a la población, en tanto que los radicales
del MAS dicen que fueron ellos los primeros en pedir diálogo pero que ahora esa
posibilidad es remota por la persecución a los dirigentes.
El Deber
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