Al menos 44 personas han muerto este fin de semana en el oeste de Indonesia por las inundaciones y el flujo de lava fría de un volcán, anunció el lunes una agencia local de gestión de desastres.
Las fuertes lluvias que duraron varias horas en los
distritos de Agam y Tanah Datar, en el oeste de la isla de Sumatra, hicieron
caer el sábado grandes rocas volcánicas por la ladera del Marapi, uno de los
volcanes más activos de Indonesia, mientras el agua inundaba carreteras y
viviendas.
"A las 13H00 el número de víctimas es de 44
muertos", indicó este lunes Abdul Muhari, portavoz de la agencia nacional
de gestión de desastres.
Según Abdul Malik, jefe de la agencia de búsqueda y rescate
de Pandang, la capital provincial, entre los cuerpos recuperados se
identificaron los de dos niños, uno de tres años y otro de ocho. Los
socorristas también buscan a 15 personas que permanecen desparecidas.
En el distrito de Agam, donde viven más de 500.000 personas,
decenas de casas y edificios públicos sufrieron daños, y en el de Tanah Datar,
de unos 370.000 habitantes, puentes, mezquitas y viviendas se vieron afectados.
Las fuertes lluvias inundaron vecindarios enteros y
arrastraron vehículos a un río cercano, mientras que las cenizas volcánicas y
grandes rocas cayeron del Marapi.
El gobernador de Sumatra Occidental, Mahyeldi Ansharullah,
dijo el lunes que unas 130 personas han sido evacuadas a una escuela primaria
en Agam, mientras que más de 2.000 fueron evacuadas a varios lugares en Tanah
Datar.
La lava fría, también conocida como lahar, está formada por
material volcánico como cenizas, arena y guijarros que la lluvia arrastra.
'¡Dios, ten piedad!
Ilham Wahab, un responsable de la agencia de gestión de
desastres de Sumatra Occidental, exhortó a "los habitantes a evacuar hacia
las casas de allegados, que son más seguras" que los refugios de tiendas
en caso de fuertes lluvias.
"Primero, nos concentramos en la búsqueda y rescate de
las víctimas, y después en la protección de personas evacuadas y
vulnerables", añadió.
Los habitantes aseguran haber oído como las piedras caían
sobre las carreteras alrededor de sus casas.
"Mi casa vibraba", declaró Budi Rahmat, un
agricultor de 44 años en Agam. "Solo pensaba en salvar a mi mujer y mis
hijos", contó.
"Escuché un trueno y un sonido similar al agua
hirviendo. Era el sonido de grandes rocas cayendo", dijo a la AFP Rina
Devina, un ama de casa, explicando que tres de sus vecinos murieron.
"Estaba completamente oscuro, así que usé mi teléfono
como linterna. El camino estaba embarrado, así que canté '¡Dios, ten piedad!'
una y otra vez", explicó.
Según Dwikorita Karnawati, directora de la Agencia de
meteorología, climatología y geofísica de Indonesia (BMKG), Sumatra Occidental
es una "ubicación única" porque en algunas partes de la provincia la
lluvia puede caer casi todo el año.
"De manera que el potencial para inundaciones y
deslizamientos de tierra siempre está presente", dijo el lunes a los
periodistas.
Los deslizamientos de tierra y las inundaciones son
frecuentes en Indonesia durante la temporada de lluvias.
En 2022, cerca de 24.000 personas fueron evacuadas y dos
niños murieron en inundaciones en la isla de Sumatra, un fenómeno agravado,
según los ecologistas, por la deforestación.
La última gran erupción del Marapi tuvo lugar en diciembre y
arrojó cenizas a unos 3.000 metros hacia el cielo. Al menos 24 escaladores
murieron en la erupción.
Agencias
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