Las bajas temperaturas han provocado las primeras heladas, como una ligera muestra de lo que se avecina en invierno. Si bien el intenso frío no ha causado daños de consideración en las parcelas agrícolas, los campesinos del valle central de Tarija avizoran un alza de precios de los productos agrícolas que son parte de la canasta básica familiar, como la papa, arveja, tomate y cebolla. A diferencia de los vitícolas, que ven beneficios con el frío.
El dirigente campesino de Cercado, Rivelino Zenteno,
confirmó que estas bajas temperaturas han encarecido productos como el tomate,
que ya ha superado los 200 bolivianos la caja, y la arveja, que pasó de 400 a
600 bolivianos el quintal.
“Hay productos que están subiendo, y también vemos que van a
subir los otros productos, como ser el tema de la papa y las hortalizas, debido
a la fuerte helada que han sufrido nuestras comunidades”, indicó.
Zenteno mencionó que ya se ha advertido a las autoridades
del nivel nacional, departamental y municipal sobre esta situación y que la
tendencia es que los precios sigan incrementando, más ahora que la cosecha de
esta temporada se ha visto menguada por los efectos del cambio climático.
El dirigente campesino dejó entrever que el factor climático
no es nuevo, por ello desde hace varias gestiones vienen exigiendo a las
autoridades proyectos que garanticen el agua para riego y coadyuven a la
producción agrícola. Enfatizó que desde el 2022, 2023 y ahora que los
campesinos vienen registrando pérdidas en su producción.
Zenteno mencionó que el cambio climático ha alterado las
diferentes estaciones y temporadas de siembra para el sector agrícola. Refirió
que una prueba de ello es tener fríos postreros, que duran hasta octubre, lo
que retrasa la temporada de siembra, y en consecuencia, se tienen escasas
precipitaciones pluviales.
Los viticultores
Mientras para los productores de hortalizas y vegetales las
bajas temperaturas representan un riesgo, el vocero de la Asociación Nacional
de Productores Vitivinícolas de Tarija (Anavit), José Sánchez, hace énfasis en
los beneficios del frío invernal para la vid, pues las bajas temperaturas
ayudan a frenar el avance de enfermedades y patógenos, así como a eliminar
insectos perjudiciales para las plantas. Esta fase de frío la consideran
esencial, siempre y cuando no se alcancen temperaturas extremadamente bajas.
Expertos en enología de la Universidad Autónoma Juan Misael
Saracho (UAJMS), subrayan la importancia de las bajas temperaturas para la vid,
enfatizan que finalizando el frío invernal se debe efectuar la poda, pero que
esta tarea no se la debe realizar durante los períodos más fríos, ya que las
plantas, durante su estado de dormancia invernal, son menos susceptibles a los
daños causados por el frío. Sin embargo, después de la poda, las vides se
vuelven más vulnerables a las heladas.
El País
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