Los equipos de rescate marroquíes, apoyados por refuerzos extranjeros, continúan el lunes sus esfuerzos para encontrar supervivientes y asistir a los cientos de personas cuyas casas quedaron arrasadas por el sismo que dejó cerca de 2.900 muertos.
El terremoto es el más grave en el reino desde más de seis
décadas y devastó el viernes por la noche pueblos enteros en la región situada
al suroeste de la turística ciudad de Marrakech (centro).
Según el último balance, comunicado el lunes por la noche
por el ministerio del Interior, causó al menos 2.862 muertos y 2.562 heridos.
Marruecos anunció el domingo por la noche que había aceptado
las propuestas de España, Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos de
"enviar equipos de búsqueda y rescate".
Rescatistas españoles estaban presentes en dos localidades
golpeadas por el temblor al sur de Marrakech, Talat Nyaqoub y Amizmiz, según
constataron periodistas de AFP.
En Talat Nyaqoub, fueron desplegados 12 ambulancias, varias
decenas de 4x4 del ejército y la gendarmería. Un centenar de socorristas
marroquíes recibieron órdenes antes de comenzar las operaciones de búsqueda.
No muy lejos, un equipo de 30 bomberos españoles, un médico,
una enfermera y dos técnicos se coordinaban con las autoridades marroquíes para
iniciar las labores.
Numerosos países como Francia, Estados Unidos o Israel se
pusieron a disposición del reino norafricano.
- "Esperanza" -
"La gran dificultad está en las zonas alejadas y
difíciles de acceso, como aquí, pero los heridos son trasladados en
helicóptero", declaró la responsable del equipo de bomberos español,
Annika Coll.
"Es difícil decir si las probabilidades de encontrar
supervivientes disminuyen porque, por ejemplo, en Turquía (donde se produjo un
violento sismo en febrero) conseguimos hallar una mujer viva tras seis días y
medio. Siempre hay esperanza", agregó.
"También es importante encontrar los cuerpos sin vida
porque las familias tienen que saberlo y hacer el duelo", añadió.
A unos 70 km más al norte, otro equipo de 48 agentes de la
Unidad Militar de Emergencias (UME) estableció un campamento en la entrada de
la pequeña localidad de Amizmiz desde el domingo por la noche.
"Esperamos una reunión con la protección civil marroquí
para determinar exactamente dónde podemos desplegarnos", señaló Albert
Vásquez, de la UME.
El equipo va acompañado de cuatro perros y lleva
microcámaras para introducirse en las pequeñas cavidades entre los escombros.
También lleva aparatos para detectar presencia humana.
"Mi madre ha muerto, su casa quedó destruida. Mi
vivienda en Amizmiz no es segura y tengo que dormir en la calle en tiendas de
campaña con mis dos hijos, de 6 años y solo cuatro meses", lamenta Hafid
Ait Lahcen, de 32 años.
"Nadie de las autoridades propuso de realojarnos.
Estamos completamente perdidos", critica este obrero de la construcción.
- Paisaje apocalíptico -
En Tikht, un pequeño pueblo cerca de Adassil, un minarete y
un puñado de casas de adobe aguantan como únicas supervivientes en un paisaje
apocalíptico.
"La vida ha terminado aquí", lamentó Mohssin
Aksum, un vecino de 33 años. "El pueblo está muerto".
Cerca suyo, las fuerzas de seguridad marroquíes cavan las
tumbas para las víctimas o instalan tiendas amarillas para los supervivientes
que se quedaron sin hogar.
El terremoto, ocurrido el viernes por la noche, tuvo una
magnitud 7 según el centro marroquí para la investigación científica y técnica
y de 6,8 para los servicios geológicos estadounidenses.
Ante la amplitud de la destrucción, brota la solidaridad en
Marrakech, donde numerosos habitantes hicieron fila en los hospitales para
donar sangre.
"Estamos recogiendo productos alimentarios para ayudar
a las zonas afectadas por el temblor", declaró Ibrahim Nachit, miembro de
la organización Draw Smile, que prevé también enviar una "caravana
médica" a los lugares más necesitados.
"Creo que las provisiones alimentarias recogidas hoy
deberían poder mantener a al menos 100 familias durante una semana", dijo
a su lado Abdeltif Razouki, vicepresidente de la asociación.
- "Fisuras importantes" -
La Cruz Roja Internacional advirtió de la importancia de la
ayuda humanitaria que, según ellos, puede ser necesaria "durante meses o
incluso años". Pero las primeras "24 o 48 horas (son) críticas",
advirtió.
Además de las pérdidas humanas y materiales, el sismo afectó
al patrimonio arquitectónico del reino. En la medina del barrio antiguo de
Marrakech, los daños son impresionantes.
Las murallas del siglo XII que rodean la ciudad imperial,
fundada sobre el año 1070 por la dinastía de los almorávides, están
parcialmente desfiguradas.
"Ya podemos decir que (los daños) son mucho más
importantes de lo que esperábamos. Hemos visto fisuras importantes en el
minarete de (la mezquita de) Kutubia, la estructura más emblemática, pero
también ha quedado destruido casi completamente el minarete de la mezquita de
Kharbouch" en la plaza Yamaa el Fna, sostuvo Eric Falt, director regional
de la Unesco para el Magreb.
Es el terremoto más mortífero en golpear Marruecos desde el
ocurrido en Agadir el 29 de febrero de 1960. Allí murieron casi 15.000
personas, un tercio de la población de esta ciudad en la costa oeste.
Agencias
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