Una espesa capa tóxica envolvió la Estatua de la Libertad y los rascacielos de la Gran Manzana de un brillo entre naranja y café, retrasó vuelos y forzó el aplazamiento de eventos deportivos. Las mascarillas, vestigios de la pandemia, aparecieron de nuevo en las calles. El informe desde Nueva York.
El aire está enrarecido, viciado, denso y contaminado, los
neoyorquinos caminan a un ritmo más lento que de costumbre, preocupados por el
efecto que esta situación, generada por favor canadienses, pueda tener en su
salud.
Martín Efron es banquero, trabaja en Midtown y en una
esquina cerca del Bryant Park, toma con su teléfono fotos del Empire State
Building cubierto en un denso humo.
“Parece como que estamos en Marte, todo naranja, el cielo se
pone naranja y mucha gente se la ve muy preocupada y usando máscaras y la
verdad que no es nada agradable”, dice a RFI.
Diariamente, la gente recibe en sus celulares las
notificaciones que envía el Gobierno de la ciudad con el índice de calidad del
aire que está altísimo; a un nivel considerado perjudicial.
María Montero organiza el tráfico a la salida de una escuela
primaria en Brooklyn. Dice que los niños están bastante afectados, por lo que
está ocurriendo.
“Ayer no salieron como como otros días que salen corriendo.
Ayer iban bien calladitos, caminando con su mascarillita porque ya anunciaron
que la gente que está enferma, así, asmática o algo, tenían que usar la
mascarilla y ya pues, como trabajo en la calle, también yo me la tuve que
poner”, explica.
Para reducir la exposición a este aire dañino, las
autoridades recomiendan usar mascarilla y en lo posible evitar salir y asimismo
mantener cerradas puertas y ventanas.
“Huele como si alguien estuviera haciendo una
barbacoa", sostiene Nicha Suaittiyanon, una turista tailandesa de 30 años,
con los ojos llorosos.
A orillas del río Este, el abogado jubilado Jack Wright
explicó que la contaminación le generó "tos todo el día".
"Dejé de fumar hace 50 años, pero es el tipo de tos que
tenía cuando fumaba", afirma.
El alcalde neoyorquino, Eric Adams, recomendó a la población
evitar la actividad en el exterior a "las necesidades más absolutas".
"Esto no es el día para entrenar para un maratón", afirmó.
La empresa IQAir.com, que vigila la calidad del aire
alrededor del mundo, dijo que Nueva York registraba el peor nivel de
contaminación de todas las ciudades del planeta.
Este evento es "otra señal preocupante de la manera en
que la crisis climática afecta nuestras vidas", declaró la vocera de la
Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Agencias
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