El expresidente y líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, confirmó este domingo que el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca están invitados para el anunciado congreso de “unidad” de dicha organización, pero al mismo tiempo también volvió a acusar al gobierno por supuestamente intentar destruir a ese instrumento político.
Morales, en medio del fraccionamiento del MAS, lideró entre
el 22 y 23 de junio dos reuniones del oficialismo. En el primer encuentro se
definió que el décimo congreso del Movimiento Al Socialismo se realice del 3 al
5 de octubre en Lauca Ñ (municipio de Shinahota) y en la segunda reunión se
coordinó tareas con más de 80 asambleístas del partido azul
Acerca del primer encuentro, Morales dijo que convocaron al
ampliado nacional para el “congreso de unidad a dirigentes de los nueve
departamentos con la debida anticipación y en consenso con todas las
dirigencias departamentales”.
Pues, “el MAS-IPSP nunca va a claudicar en su posición
ideológica (…). La sede del congreso en Lauca Ñ ha sido definida por unanimidad
y fue propuesta por las dirigencias de Tarija y La Paz. Están invitados el
presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca. Será un encuentro
para consolidar la unidad del instrumento político del pueblo”, afirmó el
exmandatario en su programa dominical y en su cuenta en Twitter.
Saludó la “madurez política y responsabilidad histórica” de
los dirigentes porque, en su criterio, “luchan en sus organizaciones contra las
acciones del oportunismo y prebendalismo de la traición”.
Mientras, al referirse al segundo encuentro, Morales afirmó
que esa reunión, con más de 80 asambleístas del MAS, fue muy esclarecedora y
que lo fortaleció porque, según su versión, “no todos los llamados
‘renovadores’ están en la línea de derechización” del instrumento político.
Aseguró que “altas autoridades son las que encabezan a los
renovadores” y que, así como el gobierno de Jeanine “Áñez trató de proscribir
al MAS, ahora el gobierno también intenta dividir y destruir al instrumento
político del pueblo”.
Sin embargo, “como no pueden comprar a dirigentes dignos y
honestos con prebendas, usan cartas falsas y demandas de inconstitucionalidad
contra el estatuto y la dirigencia nacional del MAS-IPSP”, añadió.
Incluso, contó que algunos asambleístas lo llaman para decir
que, si van a esas reuniones, les podrían sacar fotos y que eso podría
perjudicarles o podría ocasionar que les hagan “guerra sucia en redes
sociales”.
“Otros sinceramente nos cuentan que tienen miedo que el
gobierno les quite sus proyectos en sus regiones. (Entonces) el gran error del
gobierno nacional fue dividir la bancada del MAS-IPSP”, señaló.
“Lo mismo pasa con los alcaldes, nos dicen ‘si el gobierno
me ve contigo, no me va a dar obras’. (Pero) todos esperan que pase el tiempo
para poder expresarse políticamente y defender al proceso de cambio sin
chantaje ni persecuciones de los renovadores”, agregó Morales.
El MAS actualmente está fraccionado entre los denominados
renovadores o 'arcistas' (quienes apoyan la gestión de Arce y Choquehuanca) y
los llamados radicales o 'evistas' (quienes respaldan al exmandatario).
El pasado 16 de junio, el presidente Luis Arce dijo: “no
vamos a caer en el juego de la división”. El 23 de junio, reafirmó que seguirá
apostando por la unidad porque asegura estar convencido de que son más las
cosas que los unen, que las que los separan.
El 19 de junio, el vicepresidente Choquehuanca señaló que el
denominado “proceso de cambio” del MAS no pertenece solamente a una persona,
“aunque algunos quieren adueñarse”.
El Deber
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