Un violento choque frontal entre dos minibuses en la carretera Oruro–Pisiga dejó un saldo trágico la madrugada del lunes 8 de diciembre: cuatro personas fallecidas y seis heridas. El accidente ocurrió a cuatro kilómetros de la localidad fronteriza y convirtió la vía internacional en una escena de devastación.
Tras la colisión, uno de los vehículos salió expulsado
varios metros y su conductor murió de manera instantánea. El otro minibús, en
cambio, se incendió de inmediato; su chofer y dos pasajeros quedaron atrapados
y murieron calcinados.
Ambos vehículos de transporte público circulaban en sentido
contrario cuando se produjo el impacto. Algunos pasajeros lograron escapar,
pero otros no pudieron abandonar la estructura metálica del “surubí” antes de
que las llamas lo envolvieran por completo.
Los fallecidos fueron identificados como Jimy Carlos
Fernández Ayma (41), conductor del minibús King Long blanco con placa 4815-CEL
de la empresa Frontera Sabaya, y Luis Benjamín Mamani Ramírez (34), chofer del
vehículo perteneciente a la Cooperativa Pisiga, que terminó carbonizado. La
Policía aún investiga la identidad de los otros dos pasajeros que perdieron la
vida en el incendio.
Conductores que transitaban por la ruta presenciaron el
siniestro y relataron que el minibús ardía sin posibilidad de auxiliar a sus
ocupantes. Tras varias horas de trabajo en el lugar, los restos calcinados
fueron evacuados y trasladados a la morgue de Oruro.
Los seis sobrevivientes, que escaparon antes de que el fuego
consumiera el vehículo, fueron atendidos en el centro de salud Pisiga-Bolívar.
Fueron identificados como Araceli Tola Marcos (31), Tania Marcos Laime (25),
Néstor Pilco Reas (43), Gabriela Flores Viza (35), un adolescente de 13 años y
una niña de 5.
El fiscal departamental de Oruro, Aldo Morales, informó que
las investigaciones preliminares apuntan a una invasión de carril como causa
del choque. “Existen versiones de que uno de los conductores se encontraba en
estado de ebriedad; sin embargo, se están tomando las pruebas de humor vítreo
para corroborar esta información”, explicó.
La tragedia vuelve a encender las alarmas sobre la seguridad
en las carreteras del occidente del país, donde los accidentes por exceso de
velocidad, invasión de carril y fallas humanas siguen cobrando vidas.
El Deber
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