El conflicto por el botadero de Cotapachi derivó en uno de los episodios más violentos de los últimos meses en Cochabamba. Dos personas fallecieron y más de una decena resultaron heridas —entre ellas varios policías— tras los enfrentamientos registrados el lunes entre comunarios que bloqueaban el acceso al relleno sanitario y efectivos que intentaban habilitar el paso para los camiones de basura.
La mañana de este martes, el viceministro de Régimen
Interior, Jorge García Pinto, llegó a la zona para realizar una “inspección
ocular” junto a los fiscales que investigan el caso. Su objetivo, dijo, es
“determinar lo que ha sucedido el día de ayer” y esclarecer tanto los hechos
como las causas que originaron la confrontación.
Según los reportes preliminares, el conflicto se desató
cuando un grupo de pobladores, que mantenía cerrado el acceso al botadero desde
hace 12 días, empezó a lanzar piedras y a detonar cachorros de dinamita contra
los policías. En medio de ese escenario, se confirmó la muerte de dos
comunarios por impacto de bala y múltiples heridos de ambos bandos. Tres
efectivos policiales permanecen internados en la Caja Nacional de Salud de
Cochabamba, informó el viceministro.
García Pinto señaló además que las autopsias de los
fallecidos se realizaron la noche del lunes y que los cuerpos ya fueron
entregados a sus familiares, a quienes expresó sus condolencias.
Zanjas con maquinaria
Por su lado, el alcalde de Colcapirhua, Nelsón Gallinate,
pidió una investigación exhaustiva y denunció la participación de “grupos de
choque” en los enfrentamientos. Afirmó que estos grupos ya habían sido
identificados en anteriores episodios de tensión y que se encuentran armados.
“Lamentamos y condenamos los hechos de violencia que se
están volviendo a suscitar por este grupo violento que existe en la zona. Hoy
tenemos lamentablemente dos fallecidos por herida de bala. Nos llena de
impotencia que intereses personales se antepongan a la salud de la población y
tengamos que sacrificar vidas humanas”, señaló la autoridad.
Gallinate también sostuvo que varios policías resultaron
heridos por el estallido de cartuchos de dinamita y que existen indicios de una
acción organizada para impedir el funcionamiento del botadero.
“Esta mañana hemos estado presentes en la apertura. Había
más de 15 zanjas que habían deslizado. Y efectivamente hay un interés económico
por detrás que pretende hacer daño, porque esos huecos no han sido hechos a
mano, han sido trabajados con maquinaria”, denunció.
El Ministerio Público y la Policía continúan con las
investigaciones para identificar a los responsables de la violencia y
establecer si existieron actores externos que promovieron el enfrentamiento.
El Deber
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