El Tribunal Séptimo de Sentencia de Santa Cruz condenó a Misael Nallar Viveros a 15 años de prisión, por su participación en el triple asesinato del 21 de junio de 2022 en el municipio de Porongo. La condena es menor a la calificada por el Ministerio Público respecto a la gravedad de estos delitos.
Las víctimas fueron los policías Eustaquio Olano, Alfonso
Chávez Flores y el voluntario del Gacip, José David Candia. Todos ellos fueron
acribillados mientras realizaban un control rutinario en la zona del Urubó
durante el feriado del 21 de junio de 2022. Según el fallo, Nallar cumplirá su
condena en el penal de Palmasola, pese a que estaba detenido preventivamente en
Chonchocoro desde su captura en junio de 2022. Además, la pena es menor a los
30 años de presidio que solicitó la Fiscalía.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, calificó la
sentencia de “un logro parcial”, aunque expresó su descontento al considerar
que la pena debió ser, precisamente, de 30 años, sin derecho a indulto que es
la máxima estipulada en el Código Penal. Del Castillo destacó que el caso
enfrentó intentos de “manipulación judicial para liberar a Nallar en reiteradas
ocasiones sobre la base de al menos una docena de incidentes.
“El señor Misael Nallar ha reconocido que ha participado en
el asesinato de dos efectivos policiales y se le ha dado una sentencia de 15
años”, indicó Del Castillo.
Comparó el caso con otro parecido, pero con una condena de
30 años a ciudadanos brasileños que quitaron la vida de un policía en La Paz.
“Con esto demostramos que quien se atreva a tocar, herir o quitarle la vida a
un efectivo de la Policía Boliviana, va a tener la sanción conforme lo
establezca el ordenamiento jurídico”, expresó.
El crimen de Porongo, considerado uno de los más impactantes
en Bolivia, dejó en evidencia un modus operandi que los investigadores
calificaron como típico de mafias organizadas. Las víctimas fueron colocadas en
una camioneta policial en una posición que representaba un desafío a las
autoridades. Además, el caso destapó la opulencia de Nallar, quien poseía
bienes valuados en más de $us 5 millones, incluidos vehículos de lujo y una
hacienda con animales exóticos. Esto llevó a que se le investigue por legitimación
de ganancias ilícitas y posible vinculación con el narcotráfico.
Para los investigadores, este asesinato fue un mensaje
desafiante y humillante, al típico estilo de las mafias organizadas que operan
con frecuencia en México.
De hecho, el día del crimen el ahora condenado estaba con
guardaespaldas de nacionalidad colombiana. Durante los más de dos años de
proceso, todos los implicados en el crimen salieron de prisión para defenderse
libres.
Widen Nallar Noda, el hermano de Misael, que permanecía
recluido en Palmasola por el triple asesinato, salió libre por orden de la
Justicia el 27 de noviembre.
Otro aspecto controvertido del caso fue la decisión de los
familiares de las víctimas de retirarse del proceso judicial, lo que obligó a
la Fiscalía a continuar la investigación de oficio. Esto provocó críticas sobre
la fortaleza del sistema judicial y el acceso a la justicia en casos de
violencia contra agentes.
La audiencia se realizó en Chonchocoro, donde Nallar se
encuentra recluido, y hasta donde funcionarios del Tribunal de Sentencia del
departamento de Santa Cruz, se trasladaron para efectuar las respectivas
diligencias. El condenado es considerado peligroso y de hecho ha provocado
varias grescas al interior del penal.
Por efecto del caso Nallar, varios policías tuvieron que ser
cambiados y el caso provocó varios cambios en la estructura de la Fuerza
Especial de Lucha Contra El Narcotráfico (Felcn). El mayor Álvaro Julio Muñoz y
el capitán Rubén Aparicio, partícipes en la captura de Misael Nallar, fueron
alejados de la fuerza antidroga. “Por disposición de la Dirección Nacional de
la Felcn han sido replegados al Comando General de la Policía y es así que se
va a tomar la determinación de ubicarlos porque tienen que trabajar para
sustentar justamente el salario que reciben”, informó en 2022 la pesquisa
abierta contra estos oficiales de la Policía.
Durante los últimos tres años cerca de 34 efectivos del
orden fueron procesados por delitos vinculados con el narcotráfico, una
actividad ilícita que mueve millones de dólares cada año.
Se prevé que Nallar sea trasladado el fin de semana a
Palmasola, donde realizó varias refacciones y fue considerado uno de los
detenidos con más recursos.
El Deber
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