El primer ministro nacionalista Narendra Modi reivindicó este martes la victoria que le asegurará un tercer mandato al frente de India, aunque su mayoría parlamentaria se vio mermada y no logró la victoria contundente que vaticinaban los sondeos.
"El pueblo depositó su confianza en la NDA [Alianza
Democrática Nacional, por sus siglas en inglés] por tercera vez
consecutiva", declaró Modi en la red social X, refiriéndose a su
coalición. "Es un hecho histórico en India", destacó.
Tanto los analistas como los sondeos a boca de urna
presagiaban una victoria holgada de Modi y su partido, pero todo apunta a que
el partido del dirigente, el Bharatiya Janata Party (BJP, Partido Popular
Indio), y sus aliados no lograrán ese resultado aplastante y tendrán que
apoyarse en sus socios de alianza, según cifras de la comisión electoral.
Con cerca del 99% de los votos escrutados, el BJP obtiene
36,7% de los sufragios, algo por debajo de las últimas elecciones en 2019.
Modi fue reelecto en su circunscripción, la ciudad sagrada
del hinduismo Varanasi, también conocida como Benarés. Es la tercera vez que
gana y esta vez obtuvo 152.000 votos más que el segundo candidato.
En total, el BJP logra 239 escaños y sus aliados otros 52,
lo que lo ubica con 291, por arriba de la mayoría absoluta de 272 diputados en
la cámara de 543 curules.
El principal partido opositor, el Congreso Nacional Indio,
(que ungió a Nehru, el primer ministro después de la independencia y a Indira
Gandhi), parece encaminado a casi duplicar su número de escaños con 99
legisladores, frente a los 52 en el Parlamento saliente.
"Castigado"
"El país le dijo a Narendra Modi: 'No le
queremos'", dijo el líder del Congreso Nacional Indio, Rahul Gandhi, quien
fue reelecto en su circunscripción de Wayanad, en el sur. "Estaba seguro
que la gente de este país iba a dar la respuesta correcta".
Después de una década promoviendo su agenda nacionalista
hindú, Modi, de 73 años, se dirige hacia un tercer mandato en esta potencia
emergente miembro de los BRICS junto a Brasil, Rusia, China y Sudáfrica. Y
ello, a pesar de las acusaciones de la oposición y las inquietudes por los
derechos de las minorías religiosas.
Un total de 642 millones de personas participaron en estos
comicios divididos en siete fases a lo largo de seis semanas, ante el desafío
logístico de organizar unas elecciones en la nación más poblada del mundo, con
1.400 millones de habitantes.
Se estima que más de dos tercios de la población india
pertenecen a las castas más bajas del milenario sistema de estratificación
social en el que se dividen los hindúes.
Políticos de todas las tendencias cortejaron a las castas
más bajas con programas de acción social, promesas de empleo y subsidios
especiales para luchar contra las discriminaciones.
Pero el BJP de Modi se distinguió del resto, imponiéndose
con un discurso distinto: piensa primero en tu religión y luego, en tu casta.
Oposición presionada
Los opositores del primer ministro mejoraron su caudal
electoral pese a que debieron enfrentar procesos judiciales que ellos denuncian
como parte de una campaña política de Modi contra la disidencia.
El centro estadounidense de estudio Freedom House indicó que
este año el BJP "usó cada vez más a las instituciones gubernamentales para
atacar a sus rivales políticos".
Como ejemplo, los opositores citan el caso de Arvind
Kejriwal, ministro principal de la capital, Nueva Delhi, detenido en marzo por
un caso de corrupción, liberado en mayo para la campaña electoral y encarcelado
de nuevo el domingo.
La política del primer ministro también despierta recelos en
la minoría religiosa musulmana, con más de 200 millones de fieles, inquietos
por su futuro en este país constitucionalmente secular y que fue colonia
británica hasta 1947.
Las elecciones representaron un desafío logístico en este
enorme país, con innumerables urnas en megaciudades como Nueva Delhi y Bombay,
pero también en zonas forestales aisladas y en la conflictiva región de
Cachemira, a los pies del Himalaya.
Para facilitar el recuento, se recurrió a máquinas de
votación electrónica.
Las principales cadenas televisivas indias disponen de
reporteros enfrente de cada centro que compiten para anunciar lo antes posible
los resultados.
Aunque el jefe de la comisión electoral celebró un
"récord mundial" de 642 millones de votos en los comicios, con una
participación del 66,3%.
Agencias
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