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Lic. Sirley Liceth Ortega Valverde |
El origami despierta la imaginación de los estudiantes al desafiarlos a transformar una simple hoja de papel en una variedad infinita de formas y figuras. Les da la libertad de experimentar con diferentes pliegues y combinaciones de colores, fomentando así la creatividad y la expresión personal.
El origami, el arte japonés milenario de doblar papel para
crear formas y figuras, no solo es una actividad artística, sino también una
poderosa herramienta educativa.
La enseñanza a través del origami ofrece una experiencia
práctica y multisensorial que beneficia a los estudiantes de todas las edades y
niveles de habilidad. Desde preescolares hasta adultos, el origami fomenta la
creatividad, mejora la concentración, desarrolla habilidades motoras finas y
promueve el pensamiento lógico y abstracto.
El proceso de doblar papel requiere precisión y destreza, lo
que ayuda a desarrollar las habilidades motoras finas en los estudiantes. Este
enfoque meticuloso fortalece los músculos de las manos y los dedos, mejora la
coordinación mano-ojo y aumenta la habilidad para realizar tareas delicadas.
La naturaleza repetitiva y meditativa del origami fomenta la
concentración y la atención plena. Los estudiantes se sumergen en el proceso de
plegado, lo que les permite enfocarse completamente en la tarea presente y
dejar de lado las distracciones externas.
El origami enseña a los estudiantes a seguir secuencias de
instrucciones y a pensar de manera lógica y abstracta para visualizar cómo se
transforma una hoja de papel en una figura tridimensional. Este enfoque ayuda a
desarrollar habilidades matemáticas y de resolución de problemas, así como la
capacidad de pensar de manera creativa y flexible.
El origami se puede integrar fácilmente en diversas áreas
del currículo escolar, incluyendo matemáticas, ciencias, arte y estudios
sociales. Por ejemplo, los estudiantes pueden explorar conceptos geométricos al
crear formas y patrones con papel, o pueden aprender sobre la anatomía al
construir modelos tridimensionales de órganos humanos.
El éxito en el origami, incluso al completar una figura
simple, aumenta la autoestima y la confianza de los estudiantes en sus
habilidades. A medida que dominan nuevas técnicas y crean proyectos más
complejos, desarrollan un sentido de logro y satisfacción personal.
En conclusión, la enseñanza a través del origami es una
forma divertida y efectiva de enriquecer el aprendizaje en el aula. Al combinar
arte y educación, el origami inspira la creatividad, fortalece las habilidades
motoras, fomenta la concentración y promueve el pensamiento crítico. Gracias a
que el origami se incluyó dentro de los contenidos de estudios, los maestros
pueden cultivar un ambiente de aprendizaje dinámico y estimulante que beneficie
a todos los estudiantes.
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