Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), sobre los productos que exporta Tarija, dan cuenta que los hidrocarburos siguen encabezando la economía departamental, y que por muy bajos porcentajes se hallan otros productos como el grano de soya, alcohol etílico o singani. Los vinos no están ni siquiera entre los 10 primeros productos.
Los datos coinciden con el análisis que hizo el sector
empresarial en la Cumbre Industrial de
Tarija, donde se advirtió un preocupante descenso en el crecimiento de
la industria tarijeña desde 2018.
Datos del INE
Según los datos del INE, durante el 2023 el departamento
de Tarija exportó un total de 34
productos (ver cuadro). El principal de ellos es el Gas Natural en Estado
Gaseoso, le sigue el Gas Licuado de Petróleo (GLP), la energía eléctrica, los
hidrocarburos acíclicos saturados, el aceite crudo de soya, el alcohol etílico
sin desnaturalizar, el palo fino sin cardar ni peinar, el grano de soya, la
torta de soya y el singani. Hay otros productos, como el vino, que no se
detallan por su bajo porcentaje, y que están considerados en “resto de
productos”.
Para Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas
de Tarija, estos porcentajes son
lapidaros y son una muestra clara de que no existe una diversificación de la
economía en el departamento, que sigue dependiendo de la producción de los
hidrocarburos.
“El 97% de lo que exporta
Tarija es hidrocarburos, pese a que cayó la producción, sigue siendo el
principal producto que exportamos, muy debajo están otros productos, pero en
bajo porcentaje, que no significa ni un 1% de lo que exporta Bolivia”, dijo
Romero.
Limitaciones
Durante la Cumbre Industrial de Tarija, que reunió a más de 100
representantes del sector, la presidenta de la Cámara de Industria, Comercio,
Exportaciones, Promoción de Inversiones, Servicios y Turismo de Tarija (Caincotar), hizo énfasis en las
carencia de condiciones adecuadas para el desarrollo del sector industrial en
el departamento, subrayando la ausencia de un parque industrial y las
limitaciones que ello implica para el progreso y la eficiencia en el trabajo.
Durante el evento, se abordaron diversos aspectos
relacionados con la coyuntura económica, política y social que tienen un
impacto directo en el desarrollo industrial de
Tarija. Entre los temas destacados se encuentra el preocupante descenso
en el crecimiento de la industria tarijeña desde 2018, atribuido al aumento de
los costos laborales, la elevada carga tributaria, la complejidad burocrática,
la falta de incentivos y el incremento del contrabando y las importaciones.
A pesar de estos desafíos, se identificaron importantes
áreas de potencial, especialmente en sectores como los minerales no metálicos,
las bebidas y los alimentos. Se resaltó que, a pesar de las dificultades, las
exportaciones industriales de Tarija han
experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, lo que
evidencia la existencia de oportunidades para el desarrollo y la expansión del
sector.
Entre los problemas transversales que enfrenta la industria
tarijeña se destacan la insuficiencia de materia prima, la falta de apoyo
financiero adecuado, la escasez de mano de obra calificada, los altos costos de
los servicios básicos y la informalidad y el contrabando, que afectan
negativamente a la industria local.
Romero coincide con el análisis realizado por los
industriales, sin embargo, consideró que el sector privado debe ser también
autocrítico, y reconocer que le falta invertir en tecnología, innovación y
recursos humanos en el departamento, y no llevar esa inversión a otras regiones
del país.
Aunque, recalcó que para concretar ese crecimiento es
necesario un trabajo conjunto entre el sector público y privado, una sinergia
para explotar las potencialidades que tiene el departamento de Tarija.
“Potencial hay, que no se ha explotado, pero es un proceso a
largo plazo que necesita voluntad política, sinergia y políticas claras que
fomenten la inversión privada”, indicó.
En respuesta a esos desafíos, en la Cumbre Industrial
de Tarija se propusieron diversas líneas
estratégicas para el desarrollo de este sector, que incluyen el fortalecimiento
de las cadenas productivas, la gestión de instrumentos financieros adecuados,
la capacitación y actualización del personal, la mejora de los servicios
públicos, la promoción de la formalización empresarial y la creación de un
sistema de información.
Urge una alianza pública-privada
El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo
Camacho, destacó la importancia de un liderazgo local y la necesidad de unidad
y fortalecimiento tanto en las instituciones empresariales como públicas.
Enfatizó la importancia de una alianza público-privada-académica para impulsar
el desarrollo de Tarija.
“Solo a través del trabajo conjunto y la colaboración entre
todos los actores involucrados será posible superar los desafíos y aprovechar
las oportunidades que se presentan en el camino hacia un desarrollo sostenible
y próspero para Tarija”, dijo al concluir la Cumbre Industrial de Tarija.
El País
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