Evelio Tellez Padilla, director de la Unidad de Biodiversidad, Conservación y Desarrollo de la Fauna (Codefauna) de la Gobernación de Tarija hace un llamado urgente a la población para que evite comprar sábalos que no cumplan con la talla y peso reglamentarios de 35 cm. Esta medida busca proteger la fauna piscícola del río Pilcomayo, la cual se encuentra en peligro.
En las últimas semanas, diversas voces han solicitado la prohibición de la pesca comercial en el río Pilcomayo durante tres años, debido a la disminución de la cantidad de peces. Sin embargo, esta situación plantea un conflicto social para los pueblos indígenas Guaraní, Weenhayek y Tapiete.
En una entrevista con radio Fides Tarija, Tellez expresó que si el sábalo tiene menos de 35 cm, "no lo compre" y "no contribuya a la depredación del río Pilcomayo". Se ha observado que no existen cardúmenes significativos, sino solo pequeños grupos locales migratorios que están siendo pescados en cantidades reducidas.
Según Tellez, la sedimentación, el cambio climático y la contaminación generada por la minería en la cabecera de la cuenca del Pilcomayo, han obstaculizado la migración y reproducción de los sábalos. Además, la construcción de un puente específicamente en el kilómetro 28 cerca del bañado La Estrella, que no ha sido levantado, impide su acceso a los humedales.
La cantidad de peces en el río es alarmantemente baja. Por ejemplo, en épocas anteriores, un camión que provenía de Villa Montes transportaba 6,000 sábalos, pero en la actualidad, solo llegan entre 60 y 100 ejemplares. Esta situación representa una gran tragedia para la producción de fauna piscícola.
Más de 8,000 indígenas dedicados a la pesca se están viendo afectados, al igual que transportistas y centros de expendio que comercializan el sábalo. Se estima que el 70% del sábalo que llega al mercado no cumple con la talla y peso establecidos, lo cual está totalmente prohibido. A pesar de que los camiones ya no transportan sábalos, algunas personas los introducen en conservadoras, mezclándolos con ropa, frutas y otros productos, dijo Téllez.
Aunque algunas concesiones pesqueras han levantado sus campamentos, aún existen personas que continúan pescando indiscriminadamente, impidiendo el crecimiento y reproducción del sábalo.
Codefauna hace un llamado a la responsabilidad y el compromiso de todos los ciudadanos para preservar el río Pilcomayo y su diversidad acuática. La compra de sábalos que cumplan con la talla y peso reglamentarios es fundamental para garantizar la conservación de esta especie y el equilibrio ecológico de la región.
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