Al menos cuatro tareas debe cumplir el Gobierno en el término de 24 horas, ese fue el plazo que otorgó el mitin evista al gobierno de Luis Arce. La primera es cambio de ministros (no dijo a quiénes); promulgación de la ley que autoriza un crédito internacional; devolver sedes sindicales tomadas por la Policía; y solución al suministro de combustibles. La posibilidad de dialogar fue ignorada por el líder masista, Evo Morales.
“Esta marcha es para decir, hermanos basta a la traición,
basta a la corrupción y protección al narcotráfico y basta de mala gestión, y
si Lucho (Arce) quiere seguir gobernando, primero, en 24 horas, que cambie a
los ministros narcos, a ministros corruptos, a ministros flojos, que cambie a
las ministras racistas fascistas”, advirtió Morales en su discurso ante sus
partidarios.
El 17 de septiembre Morales y sus afines iniciaron una
caminata desde la localidad de Caracollo hacia La Paz y llegaron este lunes a
las 15:00 aproximadamente al escenario que fue instalado al inicio de la
autopista La Paz-El Alto.
Previamente al discurso de Morales, el ejecutivo de la
confederación campesina evista, Ponciano Santos también otorgó un plazo de 24
horas al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para que valide el congreso de Lauca
Ñ que se celebró a principios de octubre de 2023 y eligió a Morales como su
presidente.
Con esas medias dispuestas y aplaudidas por los asistentes
el evismo presiona al Gobierno de Luis Arce a quien considera como “traidor” ya
que no habría cumplido con los acuerdos que se habían logrado cuando fue
designado candidato a presiente en Argentina.
Ninguno de los oradores mencionó la posibilidad de acudir al
diálogo planteado por la Defensoría del Pueblo, Ponciano Santos y Evo Morales
solo hicieron aprobar el plazo de 24 horas para que el gobierno cumpla las
exigencias.
Mientras en plaza Murillo las huestes del arcismo se
atrincheraron para “defenderse” en caso de una irrupción de los evistas que se
desconcentraron de su mitin. Hay una decena de cuadras de distancia entre el
lugar del mitin y plaza Murillo donde la Policía tiene barricadas y detrás los
afines al arcismo.
“Hermanos, misión cumplida, aquí termina mi responsabilidad,
estoy seguro que el pueblo va a seguir luchando para conseguir las
reivindicaciones por esa gente humilde, por esa gente pobre, yo también tengo
que retornar al trópico para cosechar mis tambaquíes, esa es mi tarea, uno de
algo tiene que vivir”, cerró Morales antes de abandonar el escenario.
El Deber
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