La situación económica en Bolivia aún es tema de preocupación, pese a los esfuerzos del Gobierno por implementar medidas para mejorar el panorama. Aunque el presidente Luis Arce ha asumido una serie de acciones para normalizar el circulante de dólares, como el arancel cero en la importación de ciertos productos, incentivos a la inversión y la liberación de las exportaciones, algunos sectores no han sentido aún una reactivación económica esperanzadora. Al menos así lo indican en las zonas fronterizas.
En Yacuiba y Bermejo, por ejemplo, aseguran que el dólar
sigue escaso, lo que afecta al comercio. Tenían la esperanza que con el arancel
cero a la importación de harina la situación mejore, pero el cambio se hace
esperar.
Fredy Rueda, exdirigente gremial, explica que el comercio ha
disminuido desde la gestión 2023, y que pese a los anuncios realizados por el
Gobierno de mejorar la economía nacional, han podido advertir que la situación
continúa igual.
Mencionó que si bien se ha pretendido liberar las tasas de
importación, de la harina y el trigo, por ejemplo, no ha visto que haya mayor
introducción desde el vecino país, más contrario, son ciudadanos argentinos los
que llegan hasta los mercados de Bermejo para poder abastecerse.
Desde Bermejo compran abarrotes, llantas y hasta productos
agrícolas, que luego se llevan al vecino país.
Sobre este tema, El País intentó conversar con el dirigente
de los bagayeros de Yacuiba, Juan Carlos Llanque, quien evitó pronunciarse al
respecto. Pero semanas atrás había expresado su preocupación por el bajo
movimiento económico que estaba generando el comercio, tenía la esperanza de que
la importación de harina argentina mejore, debido a que es un producto
demandado a nivel nacional.
Y aunque el arancel cero fue una decisión llamativa
inicialmente, los comerciantes siguen tropezando con la falta de dólares. Así
lo indicaron varios de ellos, que, advirtieron, no pueden comprar mercadería.
“Hemos querido traer harina, trigo, productos de limpieza,
pero además que todo subió de precio en Argentina, todo te cobran en dólares.
Entonces no conviene, comprar caro y con un tipo de cambio en Bolivia que no es
estable”, mencionó doña Lucía, una comerciante mayorista que admite tener
problemas para abastecer sus almacenes.
-Los efectos no son los esperados-
En febrero de este año, el Gobierno celebró una reunión con
los empresarios privados. Durante ese encuentro, se anunciaron varias medidas
con el objetivo de estabilizar la economía, como créditos para emprendedores,
programas de incentivos financieros para la producción de biodiesel, fomento al
uso de plataformas y pasarelas de pago digitales.
Estas fueron recibidas con cierta expectativa por parte de
los privados. Sin embargo, tras pasar los meses, advierten que los resultados
no están a la altura de lo que se había proyectado.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando
Romero, considera que la reunión de febrero fue una muestra de que el Gobierno
reconoció la crisis económica y buscó aliarse con el sector empresarial. Fue un
reconocimiento de que, por sí solo, el Gobierno no podría enfrentar la crisis
estructural que vive el país.
En cuanto a las medidas implementadas, Romero observa varios
problemas. Por ejemplo, la liberación de las exportaciones no ha sido plena,
limitándose a la agilización de trámites, sin que se vean mayores incentivos
fiscales ni una verdadera reducción de la burocracia. Criticó que el
Certificado de Devolución Impositiva (CEDEIM), que busca devolver impuestos a
los exportadores, no ha sido concretado en su totalidad, generando desconfianza
entre los empresarios.
También señaló que la emisión de bonos en dólares, si bien
fue exitosa en términos de metas, se logró principalmente gracias a la
participación de la Gestora Pública, que compró esos bonos con recursos de los
aportantes. Esto, según el economista, fue una manera de financiar el gasto
público con recursos privados, algo que dista de ser una solución sostenible.
Otra medida anunciada fue la subasta de diésel, que, según
Romero, resultó ser un fracaso. Prueba de ello fue la necesidad de reciclar un
Decreto Supremo de 2005 promulgado por el expresidente Eduardo Rodríguez
Veltzé, que ya establecía la compra de carburantes para consumo propio.
En cuanto a los esfuerzos por fomentar la inversión privada,
Romero indicó que, aunque se aprobaron decretos para la importación de
maquinaria e industria, los impactos de estas políticas son a largo plazo, y no
han ofrecido una solución inmediata a la crisis.
En relación al sistema financiero, Romero mencionó la
imposición de una banda para el cobro de comisiones, que si bien se ha
cumplido, ha tenido un impacto negativo. Esta regulación ha limitado las
transferencias bancarias, ya que los márgenes de ganancia de los bancos se han
visto reducidos al mínimo, debido a la necesidad de adquirir dólares a un
precio elevado y transferirlos al tipo de cambio oficial, incurriendo en
pérdidas.
Por ello considera que los resultados generales de las
medidas económicas no han cumplido con las expectativas. Y aunque se han avanzado normativas y
reglamentos, el objetivo final de estas políticas, que era garantizar el suministro
de carburantes y frenar la escasez de dólares, no se ha logrado.
El País
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