El gabinete de guerra israelí examinará este sábado por la noche el informe de una delegación negociadora que volvió de París con propuestas que dejan "margen para avanzar" hacia una tregua en Gaza y la liberación de rehenes en manos de Hamás.
La delegación estuvo encabezada por el jefe del Mosad (la
agencia israelí de inteligencia exterior), David Barnea, quien había viajado el
viernes a la capital francesa.
"La delegación regresó de París y probablemente haya
margen para avanzar hacia un acuerdo", declaró a la televisión N12 Tzachi
Hanegbi, asesor de seguridad nacional del primer ministro Benjamin Netanyahu.
El jefe de gobierno indicó por su lado que en la reunión se
discutirían los "próximos pasos en las negociaciones".
Egipto, Catar y Estados Unidos ofician de mediadores, al
igual que en la tregua de una semana alcanzada a finales de noviembre, en la
que se canjeó a más de 100 rehenes retenidos en Gaza desde el 7 de octubre por
unos 240 palestinos detenidos en Israel.
El conflicto estalló ese día cuando milicianos islamistas
mataron a unas 1.160 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, y
secuestraron a unas 250, según un balance de AFP basado en datos israelíes.
Tras el canje de noviembre, las autoridades israelíes
calculan que aún hay 130 rehenes en Gaza, de las cuales 30 habrían muerto.
En respuesta al ataque, Israel lanzó una ofensiva aérea y
terrestre que ya provocó 29.606 muertos en Gaza, en su gran mayoría civiles,
según el ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado desde 2007 por
el movimiento islamista Hamás.
"Hambruna masiva"
Hamás, catalogado como organización "terrorista"
por Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, denunció el sábado que el
ejército israelí lanzó más de 70 bombardeos contra Deir al Balah, Jan Yunis y
Rafah, en el centro y sur de Gaza.
Esos ataques mataron a por lo menos 92 personas en las
últimas 24 horas, de acuerdo con ese informe.
En el hospital Najjar de Rafah, la AFP vio el momento en que
se sacaban cadáveres de ambulancias y se los colocaba en un patio, donde eran
llorados por sus familiares.
El ejército israelí indicó que estaba "intensificando
las operaciones" en Jan Yunis, donde se concentran los combates desde hace
unas semanas, y que realizó una operación en "la residencia de un alto
cargo de inteligencia militar" de Hamás.
La guerra y el bloqueo israelí colocaron al estrecho
territorio palestino, de 2,4 millones de habitantes, al borde de una
"hambruna masiva", advirtió la ONU.
"No tenemos ni agua ni harina y estamos muy cansados
porque tenemos hambre (...)", describió Um Wajdi Alha, una habitante de
Jabalia, a unos cuatro kilómetros de Ciudad de Gaza, en el norte de la Franja.
El ministerio de Salud de Gaza indicó que un bebé de dos
meses, identificado como Mahmud Fatuh, murió de "desnutrición" en esa
localidad.
En el campo de refugiados de Jabaliya, los habitantes hurgan
los alrededores en busca de cualquier cosa comestible, aunque sea cebada,
forraje, maíz podrido u hojas de árboles.
La oenegé Save the Children afirmó que el riesgo de hambruna
seguirá "aumentando mientras el gobierno de Israel continúe impidiendo la
entrada de ayuda en Gaza".
Israel alega que 13.000 camiones con suministros entraron en
el territorio desde el comienzo de la guerra.
Presión en Israel por los rehenes
El gobierno israelí también está bajo presión interior para
negociar un alto el fuego que permita la liberación de los rehenes.
Un grupo que representa a los familiares de los rehenes
convocó una manifestación en Tel Aviv el sábado por la noche.
"Les decimos una y otra vez: ¡devuélvannoslos! Y no
importa cómo", declaró Avivit Yablonka, de 45 años, cuya hermana Hanan fue
capturada el 7 de octubre.
El enviado de la Casa Blanca, Brett McGurk, mantuvo esta
semana conversaciones en Tel Aviv con el ministro de Defensa israelí, Yoav
Gallant, tras hablar en El Cairo con otros mediadores que se entrevistaron con
el jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh.
Sin embargo, el gobierno de Netanyahu mira más allá y esta
semana desveló un plan para el futuro de Gaza, que incluye, entre otras
prerrogativas, la libertad para el ejército israelí de operar "en toda la
Franja de Gaza, sin límite de tiempo".
El plan, que no hace referencia alguna a la creación de un
Estado palestino, fue rechazado tanto por Hamás como por la Autoridad
Palestina, que administra parcialmente Cisjordania, ocupada por Israel desde
1967.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, declaró que no
apoyaba una "reocupación" ni una "reducción del tamaño de
Gaza", y afirmó que "el pueblo palestino debe tener voz y voto (...)
a través de una Autoridad Palestina revitalizada".
Agencias
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