El Sol se encuentra en constante actividad. Aunque la gran mayoría de las explosiones y erupciones que ocurren en el astro rey pasan desapercibidas en la Tierra, algunos de estos incidentes pueden causar efectos mayores. El pasado 2 de julio, una región de manchas solares activas llamada AR 3354 desató una erupción solar de clase X, la máxima energía que puede generar nuestro Sol.
Con una potencia de X1,0, la llamarada provocó una
ionización de la atmósfera superior de la Tierra, interfiriendo con las señales
de radio en la parte de la Tierra que en ese momento estaba orientada hacia el
Sol.
No se puede explicar exactamente por qué se dio este
repentino aumento de la intensidad de la actividad solar, pero estudiarlo
podría ayudar a comprender mejor los mecanismos del Sol y permitir predicciones
más precisas en el futuro.
Entender para prever efectos mayores
Esto también ayudaría a entender qué consecuencias puede
tener la actividad solar en la Tierra. Una llamarada más intensa podría incluso
interferir en las comunicaciones de satélite, lo cual afectaría también a los
sistemas de navegación, o afectar a la red eléctrica, llegando incluso a causar
cortes de luz.
La mayor erupción registrada se produjo en 1859, cuando una
eyección de masa coronal produjo el evento Carrington, que tuvo repercusiones
catastróficas en los sistemas telegráficos.
Esta vez la erupción quedó sin mayores consecuencias, ya que
la llamarada se extinguió. Además, según los astrónomos, nada indica que la
llamarada habría lanzado corrientes de plasma al espacio.
Rumbo al máximo solar
Las erupciones, causadas por el rompimiento y la reconexión
del campo magnético del Sol, se producen con frencuencia en las manchas
solares.
Actualmente vemos un aumento en las manchas solares, ya que
el Sol se encuentra en la fase ascendente hacia el máximo solar que se produce
cada 11 años. Según datos del Observatorio Real de Bélgica, tan solo en junio
se pudieron contar un promedio de 163 manchas solares diarias, lo que
equivaldría al máximo alcanzado en 21 años.
El llamado Ciclo Solar 25, en el que nos encontramos
actualmente, alcanzará zu máximo alrededor de julio de 2025, según la NASA. El
ciclo solar más fuerte registrado tuvo lugar entre 1954 y 1964. En su punto
álgido, se registró un máximo de 285 manchas solares.
Agencias
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