Las fuerzas ucranianas avanzan lentamente en el sur del país. Los rusos han colocado una densa red de minas en el sector. El ejército ucraniano realiza asaltos de infantería a pie para ganar terreno y los zapadores e ingenieros de desminado son los que abren el camino.
Con el corresponsal de RFI en Ucrania, Stéphane Siohan.
Andriy lidera un grupo de zapadores de la 128ª Brigada de
Defensa Territorial ucraniana. Cerca de Staromaiorske, en el sur de Donetsk, se
encuentra el punto más avanzado de la contraofensiva.
Andriy es el primero en acceder al frente de batalla,
cuchillo en mano. Sondea el terreno en busca de minas.
“La última vez recorrimos los primeros 300 metros muy
rápido. Eso nos tomó dos o tres horas. Al día siguiente, los siguientes 600
metros nos tomaron todo el día", explica.
“Nuestro grupo es a menudo el blanco del fuego de
artillería, pero ¿qué se puede hacer? Cuando hay que ir, hay que ir",
agrega.
Una vez neutralizadas las minas, el grupo de Andriy marca el
terreno con cinta de plástico para formar un estrecho corredor por el que
pueden pasar las tropas de asalto.
Una tarea colosal con pocos recursos
Según Oleksandr, uno de sus ingenieros de desminado, la
tarea es colosal. "¿Cuántas minas han colocado? Hace poco, en 100 metros
cuadrados, encontramos 250 minas. Tengo la impresión de que todas las minas que
tenían durante la URSS las tiraron en Ucrania", opina.
Para avanzar más rápido, los desminadores necesitarían
drones con cámaras de infrarrojos para detectar las minas. También equipos
sofisticados detonarlas a distancia.
Pero para Antón, comandante de la brigada, esperar no es una
opción, aunque haya que entrar a pie y a mano. "No tenemos elección, vamos
a avanzar, cueste lo que cueste. No importa cuántos años o cuánto esfuerzo nos
cueste, haremos lo imposible y lo conseguiremos".
Cada día, los hombres del 128º abren nuevas rutas, pero a
este ritmo aún les queda muy lejos el Mar de Azov.
Agencias
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