La denuncia fue interpuesta por el hijo, quien prefirió mantener en reserva su nombre, y comentó que su madre hace algunos días atrás, empezó a tener dificultades respiratorias, por lo que tuvo que acudir al centro de salud de su barrio donde los funcionarios médicos le tomaron la prueba rápida y salió positivo para Covid-19, posteriormente se tuvo que llamar a una ambulancia.
De acuerdo al protocolo, inmediatamente fue trasladada al hospital del pueblo, pero ni una persona del Zelaya quiso atenderla, y desconocía los motivos. “Me dijeron que tienen que hacerle otra prueba más y luego me dieron una receta para comprar, otra más y la verdad no entiendo por qué tantas pruebas, ellos salieron corriendo cuando vieron a mi madre, ellos parece que tienen más miedo a la enfermedad que salvar vidas”, expresó el angustiado hijo.
La madre tenía dificultad respiratoria, por lo que los choferes de la ambulancia procedieron mediante los equipos que cuentan, a darle oxígeno a la paciente y de esta manera tratar de estabilizarla, sin embargo uno de ellos nos explicó que la señora estaba en estado “grave” y que debería ser atendida urgentemente antes que se acabe el oxígeno que tiene la ambulancia, situación que tardó por más de una hora para que la paciente posteriormente sea llevada a uno de las salas del hospital Rubén Zelaya. Asimismo aclararon que no podían llevarla al hospital de tercer nivel porque tenía que someterse a la prueba PCR y que dé positivo, lo que tarda por los menos 24 horas para que se sepa el resultado.
Como respuesta a esta situación, Rosalynn Becerra, médica del Hospital Rubén Zelaya, explicó que no se tuvo la debida coordinación entre los médicos del centro de salud y el equipo del Rubén Zelaya para trasladar a esta paciente al servicio de emergencia, que para el colmo de males no se tiene el espacio adecuado para tratar a pacientes con altas sospechas de Covid-19, tomando en cuenta que la Sala de Infectología se encuentra cerrada porque la gran mayoría de los médicos se encuentran en aislamiento por haber tenido contacto directo con pacientes sospechosos de coronavirus.
Es por eso que se ve la forma de atender a pacientes sospechosos en salas de emergencia que estén previamente descontaminada. “Minutos antes que la señora ingrese al servicio de emergencia, nuestra sala de apoyo vital que está más aislada estaba siendo descontaminado y se necesita de un tiempo prudente, por lo menos una hora, para que ingrese”, explicó la profesional justificando y rechazando los argumentos del hijo y los choferes quienes señalaron que el personal no quiso atenderlos.
La paciente, según datos obtenidos, luego de haber peregrinado para ser atendida, fu derivada al hospital Fray Quebracho donde actualmente estaría recibiendo las atenciones en una de las salas de terapia intensiva.
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