Una dura medida en una época difícil para el balompié nacional, cuyos clubes y jugadores sufren las consecuencias de la pandemia. Futbolistas Agremiados de Bolivia (FABOL) se encargó de hacer conocer la drástica determinación. Según los representantes del gremio, sus afiliados no darán marcha atrás en su posición mientras “no se resuelvan las irregularidades y atropellos a la normativa vigente y se cumplan los compromisos suscritos”.
En la resolución, los jugadores piden el cumplimiento de la implementación del protocolo de bioseguridad antes del reinicio de las actividades, una vez lo apruebe el Gobierno; que los sueldos atrasados sean cancelados por los clubes que no han cumplido con sus jugadores. También se destaca la oferta del presidente de Bolívar, Marcelo Claure, que propuso un contrato de TV (10 millones de dólares por año) y que podría solucionar la actual crisis económica de los clubes y observa la permisividad de la FBF con el club Aurora que falsificó el contrato modelo que hizo firmar a sus jugadores. Además, exige el pago de premios a jugadores y cuerpo técnico de San José y que los Tribunales de la FBF funcionen de acuerdo a norma FIFA.
Esta medida, si se mantiene, podría perjudicar el trabajo que César Farías planifica desarrollar cuando el Gobierno permita que la selección pueda entrenar, pues la preocupación del DT y de la FBF es que el equipo nacional empiece su preparación en julio, tomando en cuenta que la FIFA mantuvo para septiembre próximo el inicio de las eliminatorias para el Mundial de Catar 2022.
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