Dayana estaba en el vehículo de su agresor sexual cuando fue rescatada en Cochabamba. Ana vivía en un alojamiento de El Alto, La Paz, vigilada por su tratante. Las adolescentes, de 13 y 14 años, respectivamente, cayeron víctimas de redes de proxenetismo.
Dayana no se llama Dayana. Ana tampoco se llama Ana. Sus
nombres han sido cambiados para proteger sus identidades reales. Ambas menores
de edad han sido rescatadas durante esta semana. Por los casos, cinco personas
fueron enviadas preventivamente a prisión; tres en Cochabamba y dos en La Paz.
Los proxenetas han comenzado a utilizar a adolescentes para
reclutar a otras menores y explotarlas sexualmente. Estas personas obligan a
sus víctimas a ganarse la confianza de otras niñas, con el fin de convertirlas
en “presas”.
Estas redes usan diferentes estrategias para captar
víctimas. Operan mayormente a través de las redes sociales, pero otros las
abordan en calles, plazas, parques u otros sitios o colocan anuncios laborales.
Otros usan la seducción y enamoramiento.
“VENDIDAS” A CHOFERES
La mamá de Dayana relata que la tragedia que afectó a su
familia comenzó cuando su hija entabló amistad con una adolescente, de 16 años.
Ganándose la confianza de Dayana, esta supuesta amiga, también víctima de una
red de proxenetismo, la dopaba y forzaba a prostituirse.
El 23 de octubre, la Policía interceptó a Edwin M.C., quien
estaba en su movilidad con Dayana. No pudo explicar por qué estaba acompañado
de una menor de edad, ya que no tenían parentesco. Terminó arrestado, pero al
cabo de unas horas puesto en libertad supuestamente porque no había los
suficientes indicios en su contra. Le dieron una citación para que se presente
a declarar, pero no lo hizo y hoy es buscado.
Dayana no es la única que cayó en esta red de proxenetas.
Hay otros dos casos de adolescentes, de entre 13 y 15 años, y no se descarta
que haya más víctimas.
La Policía llevó a cabo un operativo destinado a desmantelar
esta organización que operaba en Cochabamba. Después del arresto de Edwin M.C.,
las fuerzas de seguridad detuvieron a otro conductor de un minibús, en las
calles Isiboro y Luis Frías. Este conductor resultó ser Junior Ramiro C.Ch.,
quien también estaba acompañado por una adolescente, de 15 años.
Esta menor de edad, víctima de violación, reveló que Grover
D.M. había perpetrado repetidos abusos contra ella. El hombre fue arrestado
cerca del kilómetro 6 de la avenida Blanco Galindo.
También proporcionó la identidad de la mujer que la había
atraído a ella y a otras adolescentes en esta red. Brenda Q.M. fue detenida en
un local de la zona sur de la ciudad, mientras estaba acompañada por dos
mujeres, una joven de 18 años y una adolescente de 16 años.
Brenda Q.M. tenía ocho cuentas en Facebook, todas con
identidades falsas, con el propósito de atraer a menores de edad. Esta mujer
también tiene antecedente por robo agravado de 2020.
Finalmente, la justicia dispuso que las tres personas
imputadas, Grover D.M., Junior Ramiro C.Ch. y Brenda Q.M. sean enviadas
preventivamente a prisión, mientras siguen las investigaciones.
CASI DOS AÑOS DE INFIERNO
Tras un año y ocho meses, Ana fue liberada de sus captores.
La adolescente, de 14 años, estaba siendo buscada. Tenía reporte de
desaparecida.
Según la Policía, dieron con la menor de edad después de ver
en redes sociales que se ofrecía sus servicios sexuales en un alojamiento de El
Alto. Ana fue captada por Naomi C.A. y Jhonny C.A. Las dos personas fueron
enviadas preventivamente a la cárcel; ella a Obrajes y él a San Pedro.
El caso se investiga por los delitos de proxenetismo,
corrupción de menores y estupro. El último delito se consideró debido a que
Jhonny C.A. aseguró ser pareja de la adolescente.
Al igual que Dayana y Ana, hay otras niñas, adolescentes y
jóvenes víctimas de estas redes de proxenetismo.
Opinión
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