Franz Macguiver Paz Aldana
Más que un mero pasatiempo, la formación musical permite el
cultivo de talentos artísticos, la creación de eventuales oportunidades de
trabajo y la progresiva formación de públicos para la música que hace parte de
la oferta cultural local. Así lo demuestra la experiencia en las diferentes
unidades educativas de Yacuiba y por ende de la unidad educativa Regimiento
Aroma.
La mayoría de las unidades educativas de Yacuiba hay centros
dedicados a la enseñanza musical que, bajo diferentes modalidades de estudio,
acogen estudiantes, en su mayoría niños y jóvenes, a los que forman en
interpretación de: instrumentos musicales, canto, composición, armonía y
pedagogía musical, entre otras asignaturas que sirven para el desarrollo del
estudiante chaqueño.
A eso se suma que las instituciones públicas, como ser El
Gobierno Regional y Municipal alberga centros de educación musical que ofertan
distintos programas para el aprendizaje de instrumentos, técnicas y teorías
musicales.
PARA MENORES DE EDAD Para los niños de menor edad, la oferta
de enseñanza musical está enfocada al descubrimiento y desarrollo de las
aptitudes artísticas, en un proceso que, a la larga, puede determinar si los
estudios conducen o no a una carrera musical. En cambio, para bachilleres y
mayores hay una oferta que apunta a la profesionalización, sobre todo en
materia formativa en sectores como el del magisterio.
La educación impartida en el medio local también permite a
muchos acceder a programas de formación superior en música, sobre todo fuera de
Bolivia, que, a la postre, puede redundar en la calidad de la enseñanza en el
país.
Y a un nivel más general, contribuye a la necesaria
formación de un público local que tenga conocimientos y desarrolle una
sensibilidad para la apreciación de la música en el medio local.
La música nacional es parte esencial de los estudiantes
bolivianos, porque crecimos escuchándola, alguna vez la cantamos, la bailamos
en una fiesta, en un cumpleaños o en una festividad. También es una experiencia
personal que nos remonta a experiencias, recuerdos y también emociones. ¿Qué
secretos se ocultan entre las estrofas de las canciones, y qué emociones laten
en su contenido? En un viaje apasionante por las notas y letras que han dado
forma a este desarrollo de la identidad musical de Bolivia, exploramos el alma
de este país a través de sus composiciones folklóricas.
La música folklórica boliviana es un reflejo de la riqueza
cultural del país. Sus letras, cargadas de sentimiento y tradición, nos
transportan a un mundo de alegría, tristeza, amor y nostalgia.
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