El contrabando se las ingenia para abrirse camino en medio de la frondosa vegetación en Villa Montes, tercera sección de la Región Autónoma del Chaco.
Ibibobo, que está a 59 kilómetros del municipio
villamontino, es una localidad donde hay una tranca de control y donde campea
la corrupción. En la cadena del ilícito del trasporte del cigarrillo se
identificaron al menos cinco rutas que evaden las fronteras.
El policía ubicado ahí no tiene uniforme, viste una polera
roja y un pantalón corto, parece un habitante más de la localidad, en pleno
Chaco boliviano. Es el encargado de controlar una de las trancas del camino que
conecta el país con Paraguay, a su vez -dice- puede facilitar el paso de
mercadería ilegal de cigarrillos.
“Depende de cuánto meta, le cobraría”, respondió el efectivo
policial cuando fue consultado si podía “ayudar” a una persona a ingresar de
“forma ilegal” y por esa ruta cigarrillos procedentes del vecino país.
Según investigó ANF, cinco son las rutas por las cuales
ingresa este producto de contrabando, al menos 50 son los productos que evaden
las fronteras y cuando se habla de dinero la corrupción aflora en Villa Montes.
Los actores que intervienen en el contrabando son varios, es
casi una estructura que opera para concretar exitosamente el ingreso ilegal de
diversos productos, aunque para esta nota el medio se concentró en el negocio
del cigarrillo.
Evasión impositiva El contrabando de cigarrillos en Bolivia
genera una evasión impositiva mayor a los 65 millones de bolivianos al año
Además del policía que se mostró predispuesto a “colaborar”,
está el conductor de una empresa de transporte de Villa Montes a Ibibobo.
Aseguró que puede ser el “loro” para que ni personal de la Aduana Nacional ni
los militares encuentren y decomisen los productos que iban a ingresar. Un
loro, según la jerga policial, es el informante de los contrabandistas que
viaja siempre delante del vehículo que transporta la carga ilegal para
notificar y evadir cualquier control.
Pero Villa Montes es solo una de las rutas identificadas
para el ingreso ilegal de cigarrillo. Según la Cámara Nacional de Industrias
(CNI) y el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando (VLCC), las otras
rutas son: Pisiga, en Oruro; Villazón en Potosí; hito Villazón - Boyuibe, entre
Santa Cruz y Chuquisaca; Yacuiba y Bermejo, en Tarija.
Los controles del Comando Estratégico Operacional (CEO) del
VLCC, la Aduana y otras instituciones no son suficientes para controlar la
ilícita actividad, ya que los contrabandistas de tabaco están organizados y
evitan ser capturados con la ayuda de los “grupos de reacción”.
El País
No hay comentarios.: