EFE
Las protestas contra el Gobierno del presidente colombiano,
Iván Duque, dejan en el país al menos 24 muertos en una semana, según informó
este miércoles la Fiscalía General, que reveló que en 11 de los casos la
Policía es la presunta responsable de las muertes.
El informe dice que los demás casos corresponden a víctimas
de particulares y agresores desconocidos, mientras que una persona murió de
causa natural presuntamente por una enfermedad cardíaca.
Este primer informe oficial de la Fiscalía incluye información
sobre la identidad de las víctimas y las circunstancias en las que fallecieron.
Los datos han sido revelados después de ocho días de
intensas jornadas, violencia, bloqueos de vías y decenas de denuncias en contra
del abuso policial.
Datos de la Defensoría del Pueblo dicen que en las protestas
también han resultado heridas unas 800 personas y hay todavía un indeterminado
número de desaparecidos.
El informe de la Fiscalía recoge la muerte de Andrés
Murillo, un joven de 19 años que fue víctima de un disparo en el pecho en la
ciudad de Ibagué el sábado pasado.
Los testigos del ataque acusan a un agente de la Policía de
disparar contra el joven mientras caminaba hacia su casa por un lugar en el que
varios manifestantes se enfrentaban con uniformados. Además está anotada la muerte de Marcelo
Agredo, un menor de 17 años que recibió en Cali, capital del departamento del
Valle del Cauca (suroeste), varios disparos a quemarropa de un policía al que
agredió con una patada en la espalda.
En Cali también se produjo el fallecimiento de Nicolás
García Guerrero, presuntamente a manos de un agente. Como estos casos, están
también documentadas las muertes de otras ocho personas con heridas de armas de
fuego o artefactos de granadas de gas lacrimógeno.
Responsabilidad de la fuerza pública
El pasado domingo, el presidente Duque ordenó el retiro del
proyecto de reforma fiscal que detonó las manifestaciones y por el que el
pasado lunes renunció el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. Sin
embargo, miles de colombianos volvieron este miércoles a las calles en una
nueva jornada de "paro nacional" convocada por sindicatos y centrales
obreras en contra de una reforma a la salud, convocatorias que transcurren
hasta el momento de forma pacífica.
El descontento social sigue volcado en las calles, donde
también se han vivido caóticos días de violencia y destrucción. Al menos 72 civiles y 19 policías fueron
heridos en la asonada de anoche en Bogotá, en la que vándalos atacaron al menos
23 estaciones de policía, una de las cuales fue incendiada con 10 agentes
adentro que alcanzaron a escapar.
El Gobierno insiste en que grupos armados ilegales son los
instigadores de la violencia, pero elude dar explicaciones sobre el
desproporcionado uso de la fuerza pública que han denunciado organismo
internacionales como la ONU, la Unión Europea y Amnistía Internacional.
"Nos duelen las miles de familias colombianas que han
sido víctimas del vandalismo", dijo hoy Duque en una declaración en la que
responsabilizó de la violencia a "una organización criminal que se esconde
detrás de legítimas aspiraciones sociales para desestabilizar".
Mientras tanto, distintos sectores acusan al mandatario de
esquivar la responsabilidad de la fuerza pública que es acusada, según datos
revelados hoy por la Fiscalía, de la mitad de las muertes ocurridas durante las
manifestaciones.
Congresistas opositores colombianos radicaron ayer una
propuesta de debate de moción de censura contra el ministro de Defensa, Diego
Molano, por "violaciones de derechos humanos" cometidas por la fuerza
pública en las protestas.
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