Unas 70 jugadoras, en su mayoría seleccionadas bolivianas, formarán un gremio. Buscan la profesionalización, tener contratos y torneos nacionales de más de seis meses de duración
Se cansaron de la mediocridad y por ello quieren tener mejores condiciones para competir de igual a igual en torneos internacionales. Un grupo de más de 70 jugadoras del fútbol femenino de Bolivia, en su mayoría integrantes de selecciones, formará un gremio para luchar por la profesionalización, tener contratos y torneos nacionales con un mínimo de seis meses de duración.
Este movimiento lo lideran jugadoras que llevan años frustradas por la falta de un trabajo serio como el que cumplen otros países que hace años tenían el mismo nivel de juego que las bolivianas y que ahora las superan por los procesos sostenidos que encararon. En los próximos días las futbolistas resolverán la formación de un gremio que las aglutine y defienda. Deben decidir si lo hacen independientemente o pasan a formar parte de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol).
Encabezan el movimiento Maite Zamorano, con 24 años en el fútbol femenino; Janeth Morón, con 16 años compitiendo; y Danny Pedraza, con 14. También son parte futbolistas que están fuera del país como Paola Álvarez, del Racing Club Santander, y Ángela Cárdenas, del Murcia, ambos de España.
Sobre el particular, la presidenta de la Comisión de Fútbol Femenino de la FBF, Lily Rocabado, dijo estar de acuerdo con todo lo que se hace para mejorar.
Un aspecto clave
El movimiento asegura que con la profesionalización se puede avanzar bastante, pues obligará a los clubes a firmar contratos con sus jugadoras.La generación de ingresos económicos permitirá que las futbolistas se concentren únicamente en jugar y no desdoblándose en otras actividades como trabajar y estudiar.
“Nadie tiene contrato en Bolivia, por eso no tenemos un ingreso fijo. Lo único que recibía de mi club era un bono de transporte de Bs 10 por entrenamiento, y Bs 500 por triunfo”, explicó Morón, de 32 años y volante de Mundo Futuro, que participa en la Liga Femenina de Santa Cruz. “Sabemos que, así como exigimos, también debemos cumplir obligaciones. Todo lo hacemos para que mejore el fútbol femenino y Bolivia abandone el último lugar de Sudamérica”, agregó.
Los torneos nacionales de al menos seis meses de duración es otra de las exigencias que harán, pues los actuales, que se llevan a cabo en una semana, no son los adecuados. En todos los países de Sudamérica, a excepción de Bolivia, se realizan ligas nacionales de larga duración donde alcanzan mayor competitividad.
“Cuando salimos del país nos enfrentamos a selecciones o equipos que vienen de competir todo el año a nivel nacional. Acá sucede todo lo contrario, pues, por ejemplo, se anuncia un torneo de siete días de duración en enero de 2021, para definir al representante de clubes para la Copa Libertadores. “Es mucha diferencia”, comparó Pedraza, de 26 años y que juega de defensora en Universidad, también de la Liga Femenina.
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