ABI
Los delitos de trata y tráfico de personas, la utilización del cuerpo de menores para beneficio económico de grupos criminales, aumentaron en 30% en los últimos meses, de acuerdo con una investigación realizada por la fundación Munasim Kullakita, en cuatro regiones del país.
Las cuatro regiones de análisis son consideradas con población de alto riesgo y áreas de alto tráfico hacia las fronteras, como Desaguadero, Yacuiba, El Alto y Santa Cruz. La investigación tomó entrevistas a más de 2.000 estudiantes de esas poblaciones, considerando la vulnerabilidad de este grupo etario.
Ricardo Giavarini, director de Munasim Kullakita, quien refirió los datos de la investigación, afirmó que, a pesar de la situación de cuarentena que vive el país, la trata y tráfico de personas, y delitos conexos, ha encontrado nuevos mecanismos en las redes sociales para captar a víctimas de este flagelo, especialmente mujeres menores.
Según datos de la Fiscalía General del Estado, en 2019 se registraron 505 casos de trata de personas. De ese grupo, 393 hechos son de trata y tráfico, y ocho casos de tráfico de personas (traslado de manera ilegal fuera de las fronteras).
Ante el aumento del riesgo y la falta de condiciones para una lucha fortalecida contra ese delito, la Red Boliviana de Lucha Contra la Trata y Tráfico de Personas ha iniciado acciones articuladas sustentadas en un plan quinquenal que involucra a varias entidades.
Los delitos de trata y tráfico de personas, la utilización del cuerpo de menores para beneficio económico de grupos criminales, aumentaron en 30% en los últimos meses, de acuerdo con una investigación realizada por la fundación Munasim Kullakita, en cuatro regiones del país.
Las cuatro regiones de análisis son consideradas con población de alto riesgo y áreas de alto tráfico hacia las fronteras, como Desaguadero, Yacuiba, El Alto y Santa Cruz. La investigación tomó entrevistas a más de 2.000 estudiantes de esas poblaciones, considerando la vulnerabilidad de este grupo etario.
Ricardo Giavarini, director de Munasim Kullakita, quien refirió los datos de la investigación, afirmó que, a pesar de la situación de cuarentena que vive el país, la trata y tráfico de personas, y delitos conexos, ha encontrado nuevos mecanismos en las redes sociales para captar a víctimas de este flagelo, especialmente mujeres menores.
Según datos de la Fiscalía General del Estado, en 2019 se registraron 505 casos de trata de personas. De ese grupo, 393 hechos son de trata y tráfico, y ocho casos de tráfico de personas (traslado de manera ilegal fuera de las fronteras).
Ante el aumento del riesgo y la falta de condiciones para una lucha fortalecida contra ese delito, la Red Boliviana de Lucha Contra la Trata y Tráfico de Personas ha iniciado acciones articuladas sustentadas en un plan quinquenal que involucra a varias entidades.
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