La tensión entre Rusia, por un lado, y Ucrania y la OTAN, por otro, sigue
ganando enteros, incrementándose el riesgo, con el paso de los días, de que un
incidente aislado encienda la chispa de un conflicto abierto de impredecibles
consecuencias. Dirigentes y representantes rusos, ucranianos y estadounidenses
han intercambiado este martes duros reproches y amenazas, empleando en ocasiones un lenguaje que muchos analistas
califican ya de prebélico. En plena escalada verbal, durante una conversación
telefónica centrada en el conflicto ucraniano, el presidente de EEUU, Joe Biden ha propuesto
a su homólogo ruso, Vladímir Putin, celebrar una cumbre "en un tercer país en los
próximos meses" con el objetivo de establecer "una relación estable y
predecible" con Moscú, según un comunicado emitido por la Casa Blanca.
El Kremlin, el Gobierno de Kiev y la Alianza Atlántica han
continuado durante la jornada reforzando su despliegue militar y naval, tanto a
lo largo de la frontera ruso ucraniana como en las aguas del mar Negro.
El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, ha advertido a los buques de la Alianza Atlántica
navegando en el mar Negro que se mantengan lejos de la península de Crimea, anexionada
por Rusia en el 2014, utilizando palabras similares a las empleadas
durante pasados episodios de crisis en la guerra fría del siglo XX. "Los
buques americanos no tienen absolutamente nada que hacer cerca de nuestras
costas; es una acción puramente provocativa... están probando nuestra fuerza, jugando con nuestros
nervios; no van a ganar", ha prevenido el alto funcionario, antes de
pronunciar una lapidaria frase: "Advertimos a EEUU de que se mantenga lejos de
nuestras costas; es mejor para ellos".
Dos buques de guerra estadounidenses se dirigen en estos momentos hacia las aguas de este mar
semicerrado que baña las costas de Rusia y de varios estados miembros de la
alianza. Aunque oficialmente sus nombres no han sido dados a conocer, según el portal estadounidense The
War Zone, especializado en temas bélicos, se trata del USS Donald Cook y el USS Rooselvelt, dos destructores
de la clase Arleigh Burkle, caracterizados por su gran tamaño y potencia de fuego. Los buques
cruzarán los estrechos turcos de Dardanelos y Bósforo en las próximas horas, y
permanecerán hasta principios de mayo. El Pentágono anunció el despliegue apenas unas horas
después de que el
Ministerio de Defensa de Rusia informara del envío de
una decena de barcos de guerra del mar Caspio al mar Negro, incluyendo buques y
lanchas de desembarco.
Desde hace años, la presencia de navíos militares estadounidenses y de la
Alianza Atlántica en la zona es permanente. En las últimas semanas, han salido
a la luz diversos incidentes en los que aviones de guerra rusos realizan vuelos rasantes de reconocimiento en torno a los buques de sus adversarios.
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