AFP
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, instó a
realizar una amplia reforma del poder judicial, al que criticó por considerarlo
un sector con privilegios y politizado, en su discurso de instalación ayer de
las sesiones ordinarias del Congreso.
"La reforma del poder judicial en su más amplia
dimensión también es una demanda impostergable de la sociedad en su
conjunto", sostuvo Fernández, quien ya presentó el año pasado un proyecto
de ley para reformar el fuero federal, aún pendiente de debate en la Cámara de
Diputados.
Fernández, un peronista de centro-izquierda que ganó la
presidencia en fórmula con la exmandataria Cristina Fernández, descartó que su
posición pretenda favorecer a su ámbito político y enfatizó que responde a su
formación como abogado.
"Quisiera que en mis críticas al sistema judicial nadie
vea rencor ni voluntad de favorecer a alguien. Hablo como lo que soy, un hombre
que se ha criado en el mundo del derecho", dijo.
Cristina Fernández, quien actualmente es vicepresidenta de
Argentina y presidenta del Senado, ha denunciado ser víctima de una persecución
judicial, con nueve causas abiertas en su contra por supuesta corrupción
durante sus dos periodos de gobierno, de 2007 a 2015.
"Algún miembro de este Congreso detectó la visita de
jueces de la casación al entonces presidente (Mauricio) Macri, justamente días
antes de dictar sentencias contra sus opositores políticos y solo una voz
aislada de ese tribunal se alzó reclamando explicaciones. El resto lo amparó
bajo el manto del silencio", acusó Fernández ayer.
"Vivimos tiempos de judicialización de la política y
politización de la justicia, que terminan dañando a la democracia y a la
confianza ciudadana porque todo se trastoca", expresó.
El presidente pidió al Parlamento ejercer un "control
cruzado" sobre el poder judicial y anunció que presentará este año una
serie de proyectos que atañen a la Fiscalía y a la Corte Suprema de Justicia.
También propuso establecer el juicio de jurados para los
delitos más graves.
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